La ‘tremenda Corte’ resultó ser otro tremendo tongo, un fiasco total.

A pesar de las opiniones de jurídicos y constitucionalistas ilustres de probada experiencia y capacidad, que consideraron esta payasada de juicio político al presidente de la República como un mamómetro, la tremenda Corte Constitucional aprobó el informe, del pedido de juicio, con errores, omisiones, remiendos, añadiduras, suma, resta y multiplica; como si fuese el divino testamento y dio paso para un juicio viciado de irregularidades. Lo que da una pauta de la clase que tenemos en ‘pichicorte’.

Es una desgracia la podredumbre de la justicia enconchavada con los que buscan pescar a río revuelto y beneficiar a los que durante una década hundieron al país económica, moral, social, psicológicamente. (O)

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Nelly Mercedes Lozada García, Guayaquil