Volar por los aires un hospital, en este caso en la Franja de Gaza, con cobardes misiles, bombas y demás artilugios bélicos; lleno de personas, sin escrúpulo alguno por su condición de vulnerabilidad e indefensión hacia enfermos y cuidadores, es el acto más vil que existe.
Ya dan igual las estrategias que se argumenten por ambos bandos. Alguien inició esta guerra, dando la orden del ataque y provocando así la tragedia en cadena. Querer culpar ahora el fallo, al rumbo erróneo de la reacción del arma mortal que destruyó el hospital y provocó tantas muertes, aumenta el retorcido cinismo argumentado entre las cúpulas de mando que autorizan estos actos.
Israel prepara una fuerte ofensiva para que ningún miliciano de Hamás quede con vida
Las guerras son manipulación e intereses espurios de la soberbia y del mal; siempre han existido a lo largo de la historia, pero ahora nos duele mucho más, porque están documentadas y compartidas al instante todo tipo de imágenes. (O)
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Jesús Sánchez-Ajofrín Reverte, Albacete, España