En 2024, tres casos internacionales marcarán pautas legales y geopolíticas profundas. Su relevancia radica en cuestiones cruciales de derechos humanos y respeto al derecho internacional. El año se inicia con dos audiencias destacadas en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), encargada de resolver disputas entre Estados. La incógnita es si se garantizará la justicia o nos perderemos en la complejidad geopolítica.
El primer caso es Sudáfrica contra Israel. Este caso aborda presuntas violaciones de Israel a la Convención contra el Genocidio, con la primera audiencia el 11 de enero. Sudáfrica solicita medidas cautelares urgentes para “proteger contra daños mayores, graves e irreparables los derechos del pueblo palestino” en la ofensiva contra Gaza que ha cobrado miles de vidas, y que siguió al ataque del grupo islamista Hamás el 7 de octubre pasado. El veredicto será obligatorio, centrándose en las medidas cautelares, no en la violación per se. ¿Protegerá la CIJ los derechos del pueblo palestino o permitirá la impunidad?
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El segundo caso es acerca de la opinión consultiva sobre las consecuencias legales derivadas de las políticas y prácticas de Israel en el territorio palestino ocupado. En 2022, la Asamblea General de la ONU solicitó a la Corte Internacional de Justicia una opinión consultiva sobre las consecuencias legales de la ocupación israelí en Palestina. La última vez que la CIJ emitió una opinión consultiva sobre el conflicto fue en 2004, cuando confirmó la ilegalidad del muro de separación israelí en Cisjordania. Además, las cuestiones planteadas a la CIJ abordarán temas como el derecho del pueblo palestino a la libre determinación, la legalidad de la ocupación y anexión del territorio palestino desde 1967, incluidas las medidas destinadas a alterar la composición demográfica. ¿Se hará justicia o la CIJ se limitará a emitir opiniones sin peso, mientras el derecho internacional es pisoteado?
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Ambos casos frente a la CIJ son independientes de la investigación penal, con relación a los ataques de Israel a Gaza, que lleva adelante la Corte Penal Internacional (CPI). Dicha investigación sería el tercer caso relevante y es llevado por la CPI, entidad encargada de juzgar a individuos por genocidio, delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra.
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Desde la perspectiva ecuatoriana, ¿defenderemos la justicia o nos sumiremos en la indiferencia? Es esencial que la comunidad internacional, siga de cerca estos procesos que subrayan la importancia del compromiso con los derechos fundamentales y la promoción de la paz. Su resolución no solo definirá el destino de las naciones involucradas, sino que también revelará la verdadera capacidad de la justicia global para enfrentar los desafíos apremiantes de nuestro tiempo. Como ciudadanos del mundo debemos decidir si ¿seremos solo espectadores o actores comprometidos en la construcción de un mundo justo y respetuoso de la legalidad internacional? La justicia global está en juego y el mundo está observando. (O)
René Betancourt Cuadrado, abogado internacionalista, Guayaquil
