No soy partidaria de quemar años viejos, y de los juegos pirotécnicos, porque perjudican a las persona, a los animales.
Yo soy alérgica y me ocasiona serios problemas a los oídos, vías respiratorias, el ruido de las camaretas y las cenizas. Las pobres mascotas se enferman. Deberían prohibir la quema y los juegos pirotécnicos. (O)
Mónica Miranda, Guayaquil