Desafortunadamente nos gobernaba una Asamblea inoperante, con parlamentarios carentes de un léxico fluido pero sí repletos de intrigas contra el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso Mendoza, quien se cansó de la perversidad humana y se vio abocado a decretar la muerte cruzada, y ante el desgobierno de esos asambleístas dio un paso muy sagaz y necesario.

El presidente Lasso fue electo por cuatro años y su mandato durará hasta el 24 de mayo de 2025.

Mi obligación como simple ecuatoriano es denunciar y velar por los intereses del pueblo, que no sean vilipendiados y ultrajados. Yo no soy lassista; sí soy un ciudadano que cataloga los valores en el ser humano. En el señor presidente hay valores intrínsecos muy propios demostrados. Conocemos su biografía: desde su adolescencia supo amasar su fortuna, se forjó con denuedo, con la frente en alto. En varias comunicaciones remitidas a la prensa pedía tomar como ejemplo las decisiones gubernamentales del que fue muy ilustre cinco veces presidente, doctor José María Velasco lbarra, que cuando lo fastidiaban decía: “Voy a raspar un poquito la Constitución”. Usted, señor presidente Lasso, fue electo para el periodo presidencial de cuatro años. Por lo tanto, señor presidente, también raspe un poquito la Constitución. Opino personalmente, que en sus manos está una importante decisión: declararse jefe supremo, por el bien de la patria. (O)

Publicidad

Carlos Aquiles Vicuña Prieto, Quito