Gambito de dama es una muy comentada miniserie de televisión dramática estadounidense.

Es la historia ficticia que sigue la vida de una huérfana prodigio del ajedrez, protagonizada por Anya Taylor-Joy y lanzada a fines octubre del 2020 en Netflix. Se basa en la vida de la talentosa ajedrecista Beth Harmon, detallada en la novela escrita por Walter Tevis. Según el New York Times es “un tributo a las mujeres inteligentes”.

La miniserie transmite con precisión lo que es el ajedrez, lo pone de moda y revela también la necesidad de la estrategia que está detrás de este deporte, quizás venida a menos en un entorno tan volátil e incierto como el que vivimos. Según plataformas digitales como eBay, se han reavivado las ventas de tableros para jugar.

La miniserie me llevó a recordar con emoción mis tiempos de seleccionado colegial de ajedrez y cómo los principios de este deporte han sido valiosos en mi vida y en la consultoría de negocios, algunos que explicaré en esta columna.

Toda partida de ajedrez, al igual que el accionar de las empresas, es un juego de estrategia, con un inicio o apertura, un desarrollo y un final. Juego que parte de entender el tablero y los competidores con quienes hay que competir.

Antes de la partida, cada jugador ha preparado las jugadas con las cuales comenzará, teniendo en claro cuáles son sus objetivos y su estilo de juego. La miniserie se llama Gambito de dama ya que a Beth Harmon le gustaba usar una apertura que consiste en abrirle camino rápidamente a la dama, que es la pieza más poderosa del ajedrez.

La miniserie nos muestra que un ajedrecista profesional invierte cientos de horas de su tiempo en aprender de los maestros, en el estudio de sus aperturas y movimientos. Pero ahí no acaba la estrategia, porque al entrar en juego y conforme se desenvuelve la partida reevalúa todas las posibilidades, analiza las posiciones, el valor de sus piezas, y reformula los pasos. Siempre busca anticipar lo que va a hacer el contrario y las consecuencias de cada uno de sus movimientos.

Debemos seguir el ejemplo de los buenos jugadores de ajedrez. Partir del hecho de que estamos ante un tablero nuevo, con nuevos desafíos y con nuevos jugadores. Dedicarle tiempo a reflexionar sobre lo que queremos lograr y cuáles son los primeros movimientos que vamos a realizar, los productos que vamos a ofrecer, los cambios que vamos a liderar, los proyectos que vamos a arrancar, cuál va a ser nuestro juego. Una apertura sólida permitirá consolidar en el 2021 una posición ventajosa; por el contrario, la debilidad en este trimestre, al igual que en el ajedrez, difícilmente podrá ser compensada en el posterior transcurso del año. Y de ahí en adelante habrá que tener claro que, al igual que en el ajedrez, todas las jugadas son clave y que cada decisión cuenta.

El ajedrez evidencia que cultivar la destreza mental, estimular el análisis y el pensamiento y practicar la estrategia permanentemente nos ayudan a minimizar el impacto del azar en nuestro camino al éxito. Pero no solo eso, sino que también nos ayuda a valorar la importancia de disfrutar la partida. (O)