Felicito a EL UNIVERSO por mantenernos informados sobre varios temas del COVID-19, el 2 de octubre presentaron una nota (artículo publicado en JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery) con un título de mucha relevancia médica, ‘Qué es el encefalocele, la afección de una mujer que se hizo una prueba nasal para detectar COVID-19’ (hisopado PCR) y explica los riesgos de penetración dentro de la cavidad craneal en caso de defecto óseo congénito de la base de cráneo, dejando sin protección al cerebro.
Mi comentario radica que no únicamente en estos casos puede suceder este riesgo, como neurocirujano que manejo casos complejos de tumores en la base de cráneo, también puedo mencionar que los pacientes que han recibido tratamiento quirúrgico para resección de tumores de hipófisis y base de cráneo con la técnica quirúrgica de endoscópica endonasal, técnica mínima invasiva que consiste en realizar una entrada o perforar parte de la base de cráneo para poder acceder al tumor, tienen riesgos de sufrir esta complicación; por tal razón sugiero extender la información a la población de pacientes que han tenido este tipo de intervención quirúrgica. Nuestros pacientes como parte de protocolo tienen la obligación de portar una placa informativa de: “Defecto en la base de cráneo. No introducir sondas por la nariz”. (O)
Alberto Valarezo Chuchuca, neurocirujano, Guayaquil