Los conductores de vehículos están olvidando de utilizar las luces direccionales, de conducir correcto por los carriles, de dar paso prioritario a los peatones, de los límites de velocidad, de hacer las filas en los puntos de retorno, de los semáforos y del significado del rojo, amarillo y del verde.
Observo con mucha preocupación en las calles: oficiales que se están olvidando de controlar a los conductores de vehículos motorizados que deberían cumplir las normas de tránsito. Transeúntes se están olvidando de utilizar los pasos peatonales y del distanciamiento social en los paraderos y transportes. Gobiernos municipales se están olvidando de sus capacidades y gestión de la organización del transporte público y los protocolos de seguridad por la pandemia. Tengo yo que estar cada vez más atento, en la calle, a todas estas imprudentes acciones en esta “nueva normalidad”, dado que las personas ya están saliendo a trabajar, a comprar a los centros comerciales, etc. Ponemos excusas para nuestro accionar; el “olvido” nunca debe ser “la normalidad”, de lo contrario, el semáforo de peligro de la pandemia COVID-19 no va a cambiar. (O)
Nicolás Heymann Enz, 28 años, Guayaquil