La construcción del puente Sur no puede postergarse. Debió hacerse junto con la ampliación del Puerto Marítimo de Guayaquil –por 1982– pero se prefirió hacer una vía perimetral por Pascuales, Daule y Samborondón, para cruzar la carga por el puente de la Unidad Nacional que en ese entonces tenía solo dos carriles de tráfico en cada sentido. Luego una empresa privada tuvo la fortuna de construir un puente alterno más al norte de la Perimetral, donde hasta ahora se paga peaje para ir o venir de Durán.
La vía Perimetral sirvió para la expansión urbana y su tráfico es insoportable. Ahora que los puertos de la urbe están movilizando más de 20 millones de toneladas de carga por año y que por haberse dragado su canal de acceso están recibiendo buques más grandes tipo pospanamax, es posible que el tránsito de la carga por la Perimetral pueda colapsar; ni habrá dónde poner más contenedores. Por eso van a construir un centro logístico en Durán, a orillas del Guayas, para comunicar el Puerto de Aguas Profundas de Posorja con Guayaquil y descongestionar el tráfico de contenedores hacia el Puerto Principal. Lo mismo debería hacer la Autoridad Portuaria de Guayaquil ampliando las esclusas para mover contenedores por el estero Cobina hasta el río Guayas, o Durán. De ser así, Durán se podría convertir en un puerto de transferencia de carga y la vía Durán-Tambo en una zona industrial. Pero la construcción del puente Sur sigue en el limbo. Dado que el MTOP no fue capaz de concretar su licitación, el Municipio de Guayaquil pidió la competencia para construirlo pero el Gobierno se lo negó. Ni el Municipio ni el Gobierno tienen el dinero para hacerlo, por lo que la intención es buscar alianzas con inversionistas privados o empresas públicas de otros países para que construyan el proyecto y entregarlo en concesión por 40 años o más. Guardando las distancias, la misma trama que utilizó el gobierno anterior para adjudicar contratos a dedo y que ahora jueces y fiscales no se abastecen para sancionar los casos de corrupción. Por eso debería formarse un comité ejecutivo con delegados del Ministerio de Transporte, los municipios de Guayaquil y Durán, y de la Armada Nacional, para manejar la licitación de manera conveniente a los intereses de la ciudad. La presencia de la Armada es para que garantice la navegabilidad del río y las operaciones de los astilleros y terminales portuarias del sur de Guayaquil. Es importante mantener los diseños del MTOP para que el puente tenga un tramo atirantado de 1257 metros, con grandes luces centrales y un gálibo no menor de 55 metros como estaba especificado.(O)
Carlos Luis Hernández Bravo,
ingeniero civil, avenida Samborondón