La amenaza del presidente Trump a una de las relaciones comerciales más importantes de Estados Unidos podría perturbar a una economía global que está al borde de la recesión en medio de su guerra comercial, y perturbar aún más a las compañías grandes en Estados Unidos que dependen de China en su producción y venta, desde ropa hasta teléfonos inteligentes.

Debido a la guerra arancelaria de Trump, China ha caído de mayor socio comercial de Estados Unidos el año pasado a tercero más grande este año. China dijo que aumentaría los aranceles a los productos estadounidenses en represalia por los últimos gravámenes de Trump. Horas después Donald Trump prometió aumentar aún más los aranceles. Estas amenazas ocasionaron que las acciones en la bolsa se derrumbaran, siendo las más afectadas las tecnológicas (3%). Los inversionistas normalmente demandan rendimientos mayores para invertir en bonos a largo plazo y cuando esos rendimientos disminuyen podría indicar una desaceleración del crecimiento económico. En pocas ocasiones los rendimientos a largo plazo pueden caer por debajo de los rendimientos a corto plazo, esto es, una inversión en la curva de rendimiento. A mediados de agosto el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años fue del 1,623%, por debajo del rendimiento a 2 años del 1,634%. Significa que los inversores están mejor compensados por prestar a Estados Unidos durante 2 años que por prestar por 10 años. Esto es debido a que los inversionistas al buscar seguridad, compran bonos del tesoro a largo plazo, elevando los precios y bajando los rendimientos que se mueven inversamente a los precios. Todo esto ocurre a pesar de que Estados Unidos está experimentando un desempleo más bajo de los últimos 50 años y una inflación bajo control. Pocos días de una curva de rendimiento invertida no significa necesariamente una recesión en la economía. Ahora que el Ecuador ha asumido compromisos muy estrictos con el FMI (Fondo Monetario Internacional) sujeto a revisiones trimestrales y perspectivas de crecimiento negativo de la economía en el 2019, una posible recesión en Estados Unidos afectaría las exportaciones y el cumplimiento de los compromisos adquiridos y las relaciones comerciales con nuestros vecinos, y también sería una explicación de un posible comportamiento volátil del riesgo país.(O) 

Rubén Mantilla Zambrano,

Houston, Texas, EE.UU.