El 25 de septiembre de 2015, en la Asamblea General de la ONU, 193 estados miembros se comprometieron a adoptar la Agenda 2030, un programa que aborda 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que a su vez se concretan en 169 metas a alcanzar. Según esta Agenda, los países que forman las Naciones Unidas deben, dentro de los próximos 15 años, gestionar los medios necesarios para la implementación de estos objetivos, con énfasis en tres dimensiones: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. ¿Cómo? A través de alianzas centradas especialmente en la búsqueda de la satisfacción de las necesidades básicas de los más pobres y vulnerables.

Si bien este cambio de paradigma fue bien recibido, una de las conclusiones a las que arribaron los países que firmaron este documento fue que sin la implicación de los entes locales y de sus funcionarios, no será factible implementar esta Agenda. Y decimos que esto es así, ya que si analizamos detenidamente los 17 objetivos de las ODS y las 169 metas que se persiguen, se puede comprobar, en el caso del Ecuador, que no menos del 70% de estas metas coinciden con las atribuciones y competencias conferidas constitucional y legalmente a los municipios y consejos provinciales (GAD).

Para tener una idea de lo que estamos diciendo y de la auténtica imposibilidad de que estos objetivos puedan concretarse si es que los municipios y gobiernos locales no se comprometen a hacerlo, detallo a continuación algunos de los ODS que en mi criterio se vinculan claramente a las competencias actuales de los GAD: salud y bienestar; agua limpia y saneamiento; adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos; reducir la desigualdad entre las personas; ciudades y comunidades sostenibles; conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y recursos marinos, etcétera.

Ahora bien, también creemos que para el cumplimiento de esta Agenda se necesita de una activa participación de la empresa privada y de la sociedad civil organizada, debidamente coordinados por los municipios. En el caso de Guayaquil, se puede apreciar que sí han venido actuando en ese sentido. Para poner un ejemplo, en el Registro Oficial Suplemento 330 del 19 de septiembre de 2018, se publicó la Ordenanza para regular la fabricación, comercio de cualquier tipo, distribución y entrega de productos plásticos de un solo uso, que en mi criterio se alinea claramente dentro de los objetivos 6, 11, 13 y 14 de desarrollo sostenible.

Dicho lo anterior, no puedo terminar este análisis sin dejarles una frase de Hannah Jones, presidenta de Valiant Labs, la nueva incubadora de negocios de Nike, que nos señala de manera muy clara la necesaria obligación de la articulación multinivel para poder alcanzar metas y objetivos comunes como los de Desarrollo Sostenible: “Creemos que la innovación requerida para crear el futuro no vendrá de una sola fuente. No de la ciencia, no de la tecnología, no de los gobiernos, no de los negocios, sino de todos nosotros. Debemos sacar provecho del poder colectivo de las alianzas poco convencionales para redefinir la forma en la que prosperaremos en el futuro”. (O)

* Catedrático de Ordenamiento Territorial.

De los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas que se persiguen, se puede comprobar, en el caso del Ecuador, que no menos del 70% de estas metas, coinciden con las atribuciones y competencias conferidas constitucional y legalmente a los municipios y consejos provinciales (GAD).