Nuestro invitado

Elegir es lo que nos lleva al futuro o nos mantiene en el pasado. Elegir es la manifestación más auténtica de libertad y responsabilidad humana. Elegimos todo el tiempo, elegimos toda la vida: desde qué comer, a dónde ir de vacaciones, qué carrera estudiar, con quién casarnos, dónde trabajar, qué negocio emprender, los amigos, con quién asociarnos, hasta qué país queremos. Hacemos elecciones personales, religiosas, sociales, económicas y políticas. Algunas son triviales y otras fundamentales. Las segundas son las elecciones críticas para nuestras vidas, las impactan sustancialmente. En definitiva, somos fruto de nuestras elecciones.

¿Cuándo una elección es mejor que otra? ¿Cuándo una elección es la correcta? No existe misterio al respecto, diferentes disciplinas han generado valiosos consejos.

Primero, cuando una elección nos acerca a lo que queremos o deseamos. Las decisiones que crean caminos y nos hacen avanzar en pos de objetivos son las mejores, es más fácil tomar decisiones correctas cuando las prioridades son claras.

Segundo, las elecciones que nos conectan con nuestra esencia, con nuestros valores y vocaciones son las mejores. Una buena elección nos hace fluir, una mala elección crea tensiones y desarmonía interna.

Tercero, las elecciones voluntarias que encajan con el nivel de cambio al que aspiramos son las mejores. Albert Einstein afirmó que si queremos resultados diferentes tenemos que decidir hacer cosas diferentes. Hay decisiones conservadoras que crean poco cambio y decisiones valientes que generan disrupción.

Cuarto, las mejores elecciones son las que se nutren de los errores del pasado. Todas las personas cometemos errores e incluso los vamos a seguir cometiendo, lo importante es que sirvan para algo. “Nunca te olvides de celebrar el éxito, pero jamás te olvides de aprender del fracaso”, dijo Bill Gates.

Quinto, las elecciones emocionales son inconscientes, siempre será mejor pensar las decisiones y tener la mayor cantidad posible de información. Las elecciones fruto del secuestro emocional, de emociones positivas como la euforia o negativas como el temor no nos conducen a nada bueno.

Aprender a tomar decisiones conscientes es vital para no ser víctima de las circunstancias. Los seres humanos sí somos capaces de interpretar de forma realista las situaciones, responsabilizarnos de las propias conductas e incluso de las emociones, si meditamos y reflexionamos nuestras elecciones. Una buena elección valora lo positivo y negativo de cada alternativa propuesta.

Estamos próximos a votar por alcalde, concejales y vocales del Consejo de Participación Ciudadana. Algunos de estos consejos nos pueden servir para votar mejor. Busquemos la mayor cantidad de información posible y tengamos muy en cuenta las cualidades, la conducta y antecedentes de los candidatos, sus valores y sus propuestas.

Anthony Robbins, uno de los coachs más famosos del mundo, afirmó: “En tus momentos de decisión es cuando se forma tu destino”. Promover la libertad y la empresa, combatir la corrupción, ser competitivos y prósperos son tan solo intenciones. Las elecciones del 24 de marzo son un test a la calidad de las elecciones que haremos los ecuatorianos para avanzar hacia lo que queremos llegar a ser o lograr como sociedad. (O)

* Consultor de Estrategia.