Me refiero a “La columna de Bonil”, publicada en la edición tanto impresa en la página 8, sección Opinión, así como en la edición digital de EL UNIVERSO y sus redes sociales, del día viernes 15 de febrero de 2019, que señala lo siguiente: “Pabel Muñoz junto a Glas, acusado por peculado en Refinería del Pacífico”; título que desde ya rechazo de la manera más enfática por atentar mi buen nombre, mi dignidad y la de mi familia. Por ello, amparado en los artículos 11 y 66 de la Constitución de la República y artículos 23 y 25 de la Ley Orgánica de Comunicación, expongo y solicito lo siguiente:

1. Debo indicar que no conozco ni he sido notificado de ningún proceso penal en mi contra respecto del proyecto Refinería del Pacífico y, menos aún, de una acusación por parte de la Fiscalía General del Estado dentro de un proceso penal por peculado u otro delito; por lo que el título de la caricatura no tiene ningún sustento jurídico, siendo totalmente falso. Es más, dicha caricatura se adelanta a todo un proceso de investigación, toda vez que señala que he sido acusado del cometimiento de un delito, sin que se haya desarrollado ninguna de las etapas del proceso de investigación, en las que la Fiscalía es el organismo competente para acusar de manera formal.

2. Entiendo que la caricatura obedece a un “informe” entregado a la Fiscalía por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, el mismo que, al decir de sus autoridades, solo contiene un conjunto de presunciones alrededor del tema referido, las mismas que deberán ser investigadas por la Fiscalía y para lo cual contarán con toda mi colaboración, en caso de ser requerida.

3. Además, entiendo que el autor de la caricatura conocerá la diferencia de roles entre el directorio de una empresa pública y la instancia de administración, sobre la que recae la representación legal, judicial y extrajudicial de una empresa pública o compañía de economía mixta, como es el caso de Refinería del Pacífico.

4. Debo recordarle que, de acuerdo a nuestra legislación, la responsabilidad penal es personal, es decir, única y exclusivamente se deriva de los actos ejecutados voluntariamente por cada persona, debiendo existir dolo como un elemento constitutivo de la infracción; por lo tanto, “una opinión” no puede ni debe acusarme de ninguna infracción, más aún sin conocer mi nivel de participación o no participación en el tema señalado. Alerta y llama la atención que el caricaturista presuma “saber” detalles que ni siquiera yo conozco.(O)

Christian Pabel Muñoz López,

asambleísta por la provincia de Pichincha, Quito