En este nuevo año, Ecuador necesita mejorar su eficiencia, pues el 2019 presenta desafíos que requieren mucha pericia para maniobrar con acierto. Uno de ellos es la deuda pública, que en 2009 era de poco más de $ 10 mil millones y sobrepasó los $ 45.500 millones en el 2017. Esa es la herencia del modelo económico y político del pasado gobierno que el presente régimen afronta con más endeudamiento y con medidas cuyo costo asume la ciudadanía, como el incremento del precio de los combustibles.

Se requiere más eficiencia en la administración pública, para mejorar las condiciones del aumento de la productividad, para lograr la prometida ‘cirugía mayor contra la corrupción’, para recuperar los dineros malversados. De los 35 mil millones de dólares, que según la Comisión Nacional Anticorrupción se dilapidaron durante el correísmo en sobreprecios de obras, ¿cuánto se pretende localizar y recuperar?; ¿se ha identificado a quienes participaron, cuántos siguen operativos?

También la ciudadanía debe exigirse mayor eficiencia a la hora de elegir, en marzo, de entre la cifra récord de candidatos, pues a corto y mediano plazo se sentirán las repercusiones. (O)