Las buenas noticias nos alientan, rompen el desasosiego o la perplejidad ante los acontecimientos negativos que vive el país. Debemos saber que hay muchas industrias, empresas y personas que han mostrado en el 2018 ir más allá de la “medianidad” de las cosas.

Un gran ejemplo de cómo desmarcarse de la mediocridad, digno de imitar, ha sido la industria de la publicidad y el marketing ecuatoriano. En octubre fuimos testigos del éxito obtenido por el Ecuador en el festival de publicidad más grande y reconocido del mundo: el “Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions”. Desde el 2014 las agencias de publicidad ecuatorianas han mostrado un gran talento ganando más de treinta leones, alcanzando niveles de creatividad de clase mundial.

Esta noticia es fantástica porque el mundo gira en torno a la creatividad, el mayor impulsor de creación de valor. En la medida que los aprendizajes y talentos de esta industria se irradien al resto de la sociedad podemos capitalizar esta oportunidad.

El punto de partida ha sido superar el escepticismo por el futuro para empezar a moverse. Xavier Marcet, experto español en estrategia y autor del libro Esquivar la Mediocridad, afirma: “Se es mediocre cuando las inercias pesan más que la ilusión por adaptarse”. El mayor impulsor del mérito es creer, desde la autenticidad, que se puede mejorar. Y el mayor catalizador para este autor son los líderes ejemplos de cambio, quienes expresan valores y formas de actuar que ayudan a todos a ir en la dirección correcta. El país los tiene, y abundantes.

Xavier Marcet recomienda, para esquivar la mediocridad, crear un propósito claro. Cuando las personas colectivamente se comprometen con algo que va más allá de ellas mismas, son capaces de conseguir cosas extraordinarias. Ecuador se miró en Cannes y se propuso, inicialmente con la visión y trabajo tesonero de Eduardo Maruri, hoy CEO de Grey Europa, ubicarse en los primeros puestos de la creatividad mundial. Hoy todas las empresas del sector se contagiaron de esta pasión y han aportado a los logros obtenidos.

Para crecer, hay que evitar dar excusas, echar culpas y, por el contrario, asumir una generosa dosis de sacrificio y disciplina. Si miramos adentro de las agencias ganadoras veremos que han roto los moldes, han trabajado en derribar paredes departamentales y desarrollar equipos sinérgicos.

Recientemente participé en Quito en la cuarta edición de los premios EI 2018, organizado por la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI), coincidentemente los emprendedores ganadores, quienes se han alejado de la mediocridad, comparten los mismos valores: creer en que sí se puede, crear su propio sueño y crecer a través de sus acciones.

A veces la mente inventa trampas y dilemas que no existen en la realidad, y uno de ellos es que no se puede esquivar la mediocridad a menos que se tenga un buen gobierno. La industria de la publicidad y el marketing, así como los emprendedores del país, han probado lo contrario. Han mostrado que es posible trascender y brillar en un entorno afectado por circunstancias adversas. Su ejemplo nos inspira en el 2019 a preocuparnos menos por lo que hace o deja de hacer el gobierno, para ocuparnos más en nuestros pensamientos, decisiones y acciones.