Bueno, ya los ecuatorianos hablaron, ¡y lo hicieron en voz alta y clara! Como para que no le quede duda alguna al presidente Lenín de que ya es hora de actuar al 100% y de realizar cambios radicales. Ya atrás queda el tiempo de simulacros de diálogos, de avances, de cambios tibios, de coger el toro solo por un cuerno y de alejarse a medias de lo que fue el correísmo. Leí en un diario local que el licenciado está analizando hacer “refrescamiento de su gabinete”, ¿refrescamiento? Lo que hace falta en su gabinete es un desalojo de todos los que formaron parte del gobierno de Correa. Como él mismo lo dijo luego del triunfo del “Sí”: “No volverán ya los viejos políticos. Tienen la obligación de renovarse”.
El domingo 4 de febrero triunfó la democracia, así lo dijo Lenín Moreno y claro que tiene razón. Sus mandantes votaron por un país sin tiranos, con libertad de expresión, sin corrupción, con alternabilidad política y con democracia plena. Y sobre este último punto deseo referirme al informe ‘El Estado de la democracia en el mundo 2017’, elaborado por la Unidad de Inteligencia Económica de The Economist (The Economist Intelligence Unit - EIU), que fue difundido a fines de enero de este año.
En el año 2016, Ecuador tenía un ranking de 5,81; ya en el año 2017 (año en el que se posesionó Lenín Moreno como presidente de Ecuador y salió Correa) el ranking de democracia subió a 6,02. Esto se puede ver como una leve mejoría en cuanto a nuestra situación democrática si la comparamos como veníamos con la década dictatorial del loco del ático, pero en realidad no es así. Aún el EIU, en su informe, incluye a Ecuador entre el grupo de países de “regímenes híbridos” o que están a un paso de convertirse en autoritarios junto a Honduras, Guatemala, Bolivia y Venezuela.
Finalmente, el informe de la Unidad de Inteligencia Económica señala que el pilar democrático más amenazado, en la mayoría de los países continúa siendo la libertad de expresión. Joan Hoey, editora del informe, señaló: “La libertad de expresión enfrenta una triple amenaza. En países democráticos y autoritarios se está desplegando difamación, prevención del terrorismo, blasfemia y otras leyes para frenar la libertad de expresión… aquellos que reclaman el derecho a no ofender están exigiendo ‘espacios seguros’ y regulación de las redes sociales para limpiar la vida pública de contenido presuntamente ofensivo”.
La lucha por las libertades, por la democracia y por combatir la corrupción, como vemos, es constante. Hay que estar vigilantes siempre. Y mucho más ahora en Ecuador que empieza un “va de nuevo” luego de la consulta. Por eso es necesario que el licenciado comprenda que se acabó el tiempo de gobernar a media llave, o es a toda llave o nos morimos de sed y los ecuatorianos estamos sedientos de cambios definitivos que no permitan que se repita, nunca más, una era como la correísta. ¡Nunca más! La lucha continúa, lo del domingo 4 de febrero fue solo el inicio. (O)