La ciudadanía de Guayaquil se mantiene en estado de alerta tras el atentado con coche bomba registrado en la avenida Joaquín Orrantia el martes anterior.

El estallido ocurrido en una zona de alto movimiento comercial y turístico ha dejado a parte de la ciudadanía con temor e inquietud.

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En recientes días, al menos cuatro episodios se han registrado por la presencia de objetos sospechosos en Guayaquil. Hoy, se dio otro alerta.

Esta mañana, en los alrededores del mercado Central se generó alarma por el abandono de una maleta en uno de los accesos sobre la calle 10 de Agosto.

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Esa situación motivó la evacuación de los ciudadanos que se encontraban en el mercado.

Hubo ajetreo para que la zona sea liberada como medida preventiva, sin embargo, muchos también buscaban captar con sus teléfonos celulares lo que acontecía, mientras la fuerza pública pedía que se retiraran del lugar.

Personal de la Policía limitó el área con el uso de cintas y coordinó el desplazamiento de unidades especiales de explosivos del Grupo de Intervención y Rescate.

Luego de verificaciones con canes adiestrados, uniformados especializados ratificaron que se trató de una falsa alarma. La maleta apenas contenía ropa usada y otros artículos no peligrosos.

Debemos realizar todas las diligencias de seguridad de las personas y enseres”, dijo personal de Policía Judicial en el sitio.

Además, el viernes anterior, otra maleta abandonada movilizó unidades antiexplosivos en los alrededores de un centro comercial, en la zona de Mucho Lote 1. Asimismo, la alerta fue descartada, aunque causó inquietud entre peatones que se movilizaban en el lugar.

Personal policial limitó el acceso a la zona del mercado. Foto: API

Álex Anchundia, gerente de Segura EP, en medio de la intervención de este lunes, expuso que dentro de las medidas se estableció un perímetro de seguridad con agentes de la entidad y policías.

Hay personas que están queriendo generar un terrorismo psicológico en la ciudad, debemos revisar cada alerta como posibilidad”, dijo ante los medios.

Él indicó que ninguna alerta se puede descartar ni tomar ‘a la ligera’ en el actual escenario. “Esperamos que ya se eliminen este tipo de falsas alertas que lo único que hacen es tratar de perjudicar a la ciudad", agregó.

Además, ante alertas de objetos sospechosos, él dijo que la ciudadanía debe entender que debe alejarse y que se deben respetar los límites de seguridad, más aún en lugares públicos.

En la zona del mercado Central se restringió el paso en la av. 10 de Agosto, en 6 de Marzo y Pío Montúfar.

“Debemos seguir en el día a día, verificar cualquier situación que pueda darse en este sentido en Guayaquil”, expuso Anchundia.

Herbie Guamaní, jefe del distrito 9 de Octubre, dijo que ante una amenaza se aplican protocolos en cada novedad, como evacuación, aislar la zona y pedir asistencia de unidades especiales para corroborar si es verídica o no la amenaza.

Al descartar la alerta reciente, el jefe policial calma a la ciudadanía para continuar con sus actividades regulares.

Por medio de los registros de cámaras de seguridad, uniformados realizan el seguimiento en cámaras del ciudadano que dejó abandonada la maleta en el mercado Central.

Por ahora, la Policía no ha informado sobre personas aprehendidas por la detonación del coche bomba ni por las alertas de objetos sospechosos.

José Luis Erazo, comandante de la Policía en Manta, enfatizó la importancia de no intervenir ante la presencia de objetos abandonados que podrían representar una amenaza explosiva.

No tienen que ser inspeccionadas por parte de la ciudadanía, más bien tienen que informar de forma inmediata al 911”, declaró.

Dijo que se han presentado casos donde hay granadas abandonadas y aun el personal policial debe mantener aislado el lugar y llamar al equipo especializado.

Recomendaciones ante objetos sospechosos o explosivos

Según Erazo, ante cualquier objeto sospechoso –como fundas, maletas, portafolios o mochilas dejadas en lugares públicos–, la población debe evitar la inspección visual o manual.

Estos elementos, que podrían ser olvidos inocentes o colocados con fines delictivos, representan un riesgo inminente.

“No realicen la inspección visual, peor realicen el traslado de esos objetos a otro lugar porque pueden tener este tipo de explosivos”, advirtió y subrayó que incluso los guardias de seguridad deben abstenerse de manipularlos sin apoyo profesional.

En el caso de vehículos incendiados o similares, la distancia de seguridad recomendada es superior a los 50 metros. “La distancia prudente no es menos de 10 metros ni 20 metros, la distancia tiene que ser superior a los 50 metros”, precisó el oficial, alertando sobre la posibilidad de múltiples dispositivos explosivos en la zona.

“En lugar de acercarse –incluso con un celular encendido para grabar–, los ciudadanos deben recurrir al sistema ECU911 para activar el auxilio de la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos. No tienen que intervenir en este momento como ciudadanía”, insistió.

Erazo destacó la preparación de la institución para estos escenarios. A nivel nacional y local, la Policía ha demostrado su capacidad para manejar amenazas mediante activaciones controladas de artefactos, minimizando daños.

Uso de explosivos en extorsiones

Santiago Gavilánes, jefe del distrito Durán, uno de los más conflictivos de la Zona 8, expuso que en su jurisdicción se ha detectado el empleo de explosivos, tipo emulsiones, para cometer extorsiones a comerciantes.

En un caso reciente, el viernes anterior, un artefacto fue encontrado afuera de una farmacia de El Recreo. Allí, las unidades hicieron el levantamiento del dispositivo y se retuvo a una mujer y dos hombres. Ellos portaban dos dispositivos más en su automóvil.

Ante estos casos, Gavilanes instó a la ciudadanía a generar denuncias para que la fuerza del orden pueda avanzar en las indagaciones.

Dijo que hay una facilidad de los grupos delictivos para acceder a este tipo de implementos posiblemente en localidades cercanas, como Camilo Ponce Enríquez, y también de Perú. (I)