En una reunión efectuada el lunes en el Palacio de Carondelet se tomó la decisión de que los militares vuelvan a salir a las calles de Guayaquil, una medida que ya estuvo vigente el año pasado y que no paró la ola de violencia que vive principalmente la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), donde ya van 437 muertes violentas en los primeros cuatro meses del año.

Tras un fin de semana en el que se registraron coches bomba afuera de la cárcel Regional, más de 16 asesinatos en la zona y hasta amenazas al ministro del Interior, el gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, dijo que estuvo el lunes en Quito y fue parte de la reunión con el presidente y otros ministros del área de seguridad.

Durante un acto de destrucción de armas en la ciudad, el funcionario destacó que pese a que la medida no es nueva, las autoridades esperan que esta vez dé resultados y que este mismo martes 26 de abril los miembros de las Fuerzas Armadas saldrían a las calles y que se van a redoblar esfuerzos con nuevas estrategias.

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Luis Hernández, ministro de Defensa, quien estuvo en Guayaquil, dijo que se iba a reforzar la misión pese a que muchos ciudadanos criticaron la poca labor militar y aseguraron que no notaron los operativos realizados el año pasado.

“Ustedes van a ver la presencia militar más a menudo en las calles como se está haciendo, colaborando con la Policía y con los demás medios”, agregó Hernández.

Otro motivo para que los militares vuelvan a las calles sería el déficit de policías en la Zona 8, pues en el DMQ 8 (Distrito Metropolitano de Quito) hay incluso un número mayor de uniformados de la Policía.

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La tarde de este martes, un grupo de militares se unió a un operativo policial realizado en la zona del Guasmo, en el sur de Guayaquil.

Sobre los coches bomba

Coche bomba frente a la cárcel Regional de Guayaquil. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Sobre el segundo atentado registrado el fin de semana en los alrededores de la cárcel Regional, el gobernador dijo que “ese vehículo podría pertenecer a alguno de los guías penitenciarios, es decir, sería alguna forma de amedrentamiento. Lo que buscan estas bandas narcoterroristas es tratar de decir ‘La Roca es insegura’, ‘no manden gente a La Roca’”.

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Este anuncio se dio durante la destrucción de más de 2.100 armas de fuego y al menos 10.000 accesorios que han sido decomisados y entregados de manera voluntaria a los centros de control de armas a nivel nacional.

Este martes 26 de abril las Fuerzas Amadas realizaron la destrucción de armas incautadas y decomisadas en diferentes controles de organismos competentes. Fotos:César Muñoz/API Foto: API

El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, a través de la Dirección de Logística y su Departamento de Control de Armas, organizó la destrucción del armamento que ha sido decomisado en las operaciones de control de armas, municiones y explosivos (CAMEX) ejecutadas en todo el territorio nacional y que una vez transcurrido el tiempo de almacenamiento reglamentario han sido declarados obsoletos.

La fundición se dio en en las instalaciones de la empresa ANDEC S.A. en Guayaquil. (I)