Juan Aguilera aún recuerda la última vez que vio a su hijo Isaac, de 19 años. Era lunes por la mañana, antes de las 06:00, cuando lo llevó en su moto hasta el lugar donde tomaría el bus hacia Manta.
Juan lo despidió con un abrazo, sin imaginar que ese sería su adiós. “Ya no va a regresar a mi casa, sino en un ataúd”, señala, mientras espera en la morgue que le entreguen el cuerpo de su hijo, identificado por sus tatuajes y huellas, para llevárselo.
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La noche del miércoles 10 de septiembre, la vida de Isaac y otras tres personas se apagó en una masacre en un hostal, en el barrio Costa Azul de Manta, Manabí.
Sicarios llegaron disfrazados de policías: así ocurrió el ataque en hostal de Manta
A las 21:00, sicarios disfrazados de policías irrumpieron en el establecimiento simulando un operativo. Llegaron en una camioneta blanca, patearon puertas y dispararon contra quienes se encontraban en las habitaciones.
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“Dicen que entraron gritando que eran la policía, pero comenzaron a disparar a diestra y siniestra”, relata Juan, repitiendo lo que le contó un amigo de su hijo, quien sobrevivió escondiéndose en un baño.
Cuatro personas murieron: Wil Maicol Valencia, futbolista de 23 años; Darwin Orlando Pincay Plúa, de 32; y Juan Carlos Plúa Chilán, de 33, todos ellos pintores. Dos más, incluido el futbolista Leandro Danilo Y., resultaron heridos y luchan por su vida en un hospital.
Isaac había llegado a Manta el lunes pasado tras pasar el fin de semana con su familia. Trabajaba como pintor y se hospedaba en el hostal junto con sus compañeros de la fábrica, también fallecidos.
Asesinan a futbolista Maicol Valencia: esto se sabe de la masacre ocurrida en Manta
“Él estaba con amigos, no hacía nada malo”, asegura Juan.
Su hijo, a punto de cumplir 20 años, era soltero y soñaba con un futuro mejor, agrega.
Un amigo que sobrevivió al ataque encontró el teléfono de Isaac y alertó a la familia. “Yo tenía esperanza en Dios, pero si él permitió esto, ¿qué puedo hacer?”, dice Juan.
Exapromo Costa Fútbol Club, de luto
El ataque no solo segó la vida de trabajadores como Isaac, sino que golpeó al fútbol ecuatoriano.
Wil Maicol Valencia, una joven promesa del Exapromo Costa Fútbol Club, y su compañero Leandro Yépez se hospedaban en el hostal concentrados para un partido contra el Deportivo Quito, programado para el sábado 13 de septiembre en el estadio Jocay.
Tito Merchán, síndico del Exapromo, no oculta su consternación. “El fútbol ecuatoriano está de luto”, declara, recordando a Maicol Valencia como un “jugador valioso” que apenas se reintegraba al equipo.
Contó que Yépez, herido de gravedad, salió de una cirugía complicada a las cuatro de la mañana, con dos balas extraídas y un pronóstico reservado.
Merchán aclara que el hostal usado como casa club para los jugadores foráneos también estaba abierto al público. “Aparentemente, los sicarios llegaron a buscar a otras personas hospedadas ahí, pero dispararon a diestra y siniestra, afectando colateralmente a nuestra institución”, explica.
A pesar del dolor, el equipo decidió seguir adelante con el partido del sábado, en honor a Valencia.
“Los jugadores vieron a su compañero fallecer prácticamente en sus manos. Será un partido para honrar su memoria”, afirma Merchán. (I)