En Instagram, Facebook, Mercado Libre y otras plataformas digitales, usuarios suelen hallar, como si estuvieran caminando por una calle de muchos comercios, anuncios coloridos y ofertas de un producto con alta demanda en estos meses: “Play Station 5 versión de disco a $ 549 (sic)”, “Play Station 5 de 825 GB $ 400 (sic)” o “PS5 a $ 500”.

Antes de contactar al vendedor de esa consola de videojuegos, preguntar por la forma de pago, depositar en una cuenta y esperar los días que se detallan para recibir el producto, el comprador tiene que evaluar la prometedora oferta, según una fiscal, vendedores con experiencia en comercio electrónico y expertos en temas tributarios.

Malas experiencias

En redes sociales, ciudadanos han contado que sufrieron estafas cuando trataban de adquirir un producto a través de las cuentas de supuestas tiendas digitales, sobre todo, de artículos electrónicos. En estos meses, el Play Station 5 se posicionó entre los productos estrella luego de su lanzamiento a finales de 2020 y esto también fue aprovechado por personas u organizaciones delictivas que han timado a muchos.

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“Reciben el dinero y nunca más responden”, publicó un usuario de Facebook para alertar a otras personas interesadas en el equipo de entretenimiento que en el mercado se lo obtiene por sobre los $ 900.

La fiscal Sobeida Conforme, quien trabaja en el área de ingresos de denuncias de la Fiscalía del Guayas, en el centro de Guayaquil, confirma que a la dependencia del edificio La Merced se han acercado unos 100 ciudadanos a presentar una querella, en este año, luego de no recibir la consola de videojuegos por la que realizaron una transferencia bancaria.

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“Cuando vean algo demasiado fácil ahí es donde deben preocuparse”, dice la fiscal.

Ella explica que detrás de este tipo de estafas están organizaciones delictivas que aprovechan la gran demanda de determinados artículos.

“Están identificando un producto a la vez. Antes del Play Station estuvo el boom de una supuesta empresa que supuestamente trajo un contenedor de línea blanca. Te hacían combos de línea blanca, por $ 600 tenías tres electrodomésticos o artefactos. La gente se volcó, ya no compraban uno, compraban seis. Le entregaron a diez, pero a las otras mil, ya no”, informa la operadora de justicia.

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“Termina eso (los electrodomésticos), ahora vamos con el Play Station. ¿Cómo es la forma? Tú depositas y yo te entrego. La gente que compró al inicio uno y recibió uno; los otros que depositan para tres ya no reciben ninguno. Si bien alguien ya la adquirió, no le garantiza que (luego) le van a cumplir”.

En el 2020, los negocios por internet experimentaron un auge ante la hiperconexión de la población por el confinamiento debido al COVID-19. En ese año también se registró un aumento de las denuncias de estafa, según los datos nacionales de la Fiscalía: 14.413 en 2018, 17.090 en 2019 y 18.569 en 2020. Hasta mediados de marzo pasado, las querellas por ese tipo penal ascendieron a 5.163.

La estafa se castiga en el país con hasta siete años de cárcel, según el artículo 186 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

En la tienda de Facebook hay un sinnúmero de anuncios de venta de Play Station 5. Algunos tienen mensajes en los que aluden a las estafas que se han registrado a través de plataformas digitales. Cortesía.

Alertas

Stephanie Célleri, perita en tributación fiscal, también ha identificado patrones en la actividad de posibles negocios fraudulentos en internet.

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“Enganchan a los posible clientes colocando precios explícitos (bajos) y no dándolos por interno (inbox); lo que podría llamar la atención de quienes deseen ese artículo y llevándolos a transferir dinero por un bien que no recibirán (...). Quienes se dedican a esas prácticas procuran generar contenido y verse reales en plataformas como Facebook, Instagram, websites para comercio, etc.”, detalla la economista y advierte que los usuarios que caen en las redes de personas u organizaciones dedicadas a esta actividad ilícita podrían también recibir copias no autorizadas de artículos que son ofrecidos como originales.

“Para el consumidor es complicado, en muchos de estos casos, identificar la autenticidad de lo que está comprando”, indica.

Luis Quinde, vendedor de artículos relacionados con la cultura pop (videojuegos actuales y aquellos considerados retro, dibujos animados, objetos vintage), menciona otras formas de estafa, a las que él y sus colegas llaman “entuques”, también ocurren en la dinámica del comercio electrónico.

“Cosas inservibles camufladas en una carcaza o caja para dar a notar que son de calidad o que han estado guardadas, pero por dentro están reparadas. Esto se da mucho en tecnología o productos retro. En la mayoría de los casos te están vendiendo cosas dañadas o cambiadas, lo que se conoce como cambiazo de placas o máquinas internas. (Los estafadores) utilizan fotos y videos en los cuales todo está funcionando, pero a la hora de enviar (por courier), te envían cosas dañadas u otros artículos”, cuenta Quinde, propietario de Pipo’s Business, en Sauces 2, en el norte de Guayaquil.

Otra forma de estafa también ocurre cuando las transacciones se dan cara a cara, cuenta Raúl Vergara, dueño de la tienda digital de videojuegos retro Gamer Up.

“La persona viene bien vestida, preparada con perfume. Usted dice: Ah, es un vendedor de calidad, no me va a estafar. Viene hasta en carro. Todo eso puede hacer un estafador, porque es un estafador. Viene con la caja y dentro de la caja no está la Play Station 5, sino que viene un bloque o algo que haga peso, pero la caja te la deja selladita, bien envuelta, para que hasta te dé pereza abrirla. Lo único que hace es hablarte rápido, saludarte y despedirse”, alerta Vergara, quien comercia juegos de Nintendo, Super Nintendo, Game Cube, Nintendo 64, Play Station, por ejemplo.

Señales para identificar una oferta de negocio que puede terminar en una estafa piramidal

¿Qué puede hacer el comprador?

Edificio de la Fiscalía del Guayas en el centro de Guayaquil. Archivo. Foto: Referencial de archivo

La fiscal Sobeida Conforme recomienda a la ciudadanía que consulte los precios de los artefactos en páginas especializadas de comercio electrónico, para que conozca cuál es el valor promedio real del artículo y analice posibles inconsistencias; y, de ser posible, averiguar la legalidad de los negocios y el tiempo de operación.

Por otro lado, los comerciantes de tecnología Luis Quinde y Raúl Vergara enlistan las siguientes sugerencias:

  • Revisar la antigüedad de la cuenta de la red social (en el apartado de transparencia se registran los posibles cambios de nombres y fecha de creación) o el perfil del vendedor de la plataforma de comercio electrónico, su reputación y comentarios de anteriores clientes.
  • Pedir referencias del vendedor o tienda digital en grupos especializados que hay en Facebook o WhatsApp. Por ejemplo, en la red social azul hay grupos de personas afines a videojuegos, que también están segregados por marcas que producen esos productos.
  • Antes de concretar la compra y realizar la transferencia del dinero, exigir al vendedor que haga una videollamada para verle el rostro y ver el producto. Adicional a esto, solicitar una foto de la cédula de identidad.
  • En caso de tener a algún amigo o familia en la ciudad del vendedor, pedirle que la persona de confianza realice la compra contra entrega. Esto también aplica si el vendedor y comprador viven en la misma localidad, sobre todo, si quien ofrece el producto es un desconocido (concretar cita en lugar público y transitado).
  • Desconfiar del vendedor si este se incomoda con alguna de las peticiones antes mencionadas o si presenta un comportamiento en el que busca acelerar la venta.

Las estafas relacionadas con la consola de videojuegos se han registrado alrededor del mundo. Delincuentes aprovechan la alta demanda del equipo de entretenimiento y su escaso stock en tiendas oficiales. El 20 de noviembre, un usuario español de Twitter denunció haber sido víctima de un engaño.

Problemas conexos

Pablo Velásquez, experto tributario, abre el foco del análisis y señala otro problema que se visibiliza al identificar esa diferencia abismal de precios entre el valor del producto que se comercializa en Ecuador con el valor de ese mismo producto en su país de origen.

“Son señales de alerta a mecanismos generalmente ilícitos utilizados por personas que tienen el ánimo de lavar dinero en el Ecuador o de evadir el pago de impuestos en Ecuador, tales como aranceles e IVA (el impuesto de mayor recaudación en el país con $ 5.500 millones al cierre del 2020), que tiene implicaciones penales tanto para el que lo comercializa como para el que lo compra”, señala Velásquez, director de la consultora Business Solutions.

“Este modus operandi causa graves afectaciones tanto a la micro como a la gran empresa, pues el circulante del dinero al no tener una fuente lícita no fluye con celeridad en el mercado monetario y también ocasiona un perjuicio el ciudadano común al existir una menor recaudación tributaria y por ende menores recursos para sectores esenciales como el de la salud, educación, inversión y otros”. (I)