Dos trabajadores de un local de artículos para niños recibían dinero por la venta de los productos y ofrecían a los clientes enviar la factura por correo. Sin embargo, los pagos no eran ingresados al sistema, apoderándose del dinero. Ante una sospecha de una supervisora, se confirmó que existió un perjuicio superior a los $ 35.000.
Un Tribunal de Garantías Penales de Pichincha declaró culpables a Jhosue P. y Jimmy V. por el delito de abuso de confianza y determinó que deberán cumplir cuatro años de cárcel.
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La supervisora habría alertado a los superiores sobre el manejo extraño del dinero por parte de los dos cajeros. En ese momento, los representantes de la tienda ingresaron una denuncia en Fiscalía.
El fiscal a cargo, Juan Carlos Zúñiga, determinó que los clientes entregaban su dinero en efectivo por la compra de los productos y los cajeros les ofrecían el envío de facturas por vía electrónica. Luego maniobraban en el sistema para disponer del dinero recibido.
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Para resolver este caso fue necesaria una pericia contable. La fiscal Maribel Vargas, quien actuó en la audiencia de juicio, indicó que el perjuicio económico generado a la empresa fue de $ 35.487,97.
También se presentó una pericia de audio y video en la que se pudo observar cómo los trabajadores manejaban el dinero de manera irregular para guardarlo y no ingresar en la caja registradora.
En el juicio se agregaron los testimonios de los representantes de la empresa, así como de clientes que confirmaron el modo de operación que mantenían los cajeros en el cobro y que no recibieron nunca su factura.
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El delito abuso de confianza está tipificado en el artículo 187 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que contempla una pena de uno a tres años de cárcel. (I)