Los audios de las supuestas conversaciones que mantuvo el israelí Shy Dahan con el expresidente Abdalá Bucaram vuelven a estar en el centro de la controversia tras conocerse detalles.

La defensa del exmandatario dice que los audios no son nuevos, pues ya fueron periciados y no tuvieron efecto de prueba. No obstante, la defensa del israelí Oren Sheinman, otro de los involucrados en el proceso, tiene un criterio diferente.

Tanto Sheinman como Shy Dahan fueron detenidos en Santa Elena en junio del 2020, porque se encontraron en su poder más de $ 300.000. En sus declaraciones dijeron que supuestamente vendieron insumos para pruebas de COVID-19 a Jacobo Bucaram, en el momento más crítico de la pandemia. De allí surgió el proceso por delincuencia organizada.

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Dahan fue asesinado el 8 de agosto del año pasado en dicho centro carcelario de Guayaquil, y su compatriota también fue agredido, pero sobrevivió y hoy cumple una condena de 36 meses de prisión por enriquecimiento privado no justificado.

El expresidente y su hijo fueron sobreseídos por el juez Geovanny Freire, a inicios de octubre pasado.

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El medio digital La Posta accedió a esos audios de más de 40 minutos de diálogo entre Shy Dahan y presuntamente Bucaram Ortiz y su hijo Jacobo. Fueron grabados aparentemente por el israelí.

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Según extractos difundidos días atrás por dicho medio, el extranjero habla con quien aparentemente sería Jacobo Bucaram. Este presuntamente le reclama por haber mencionado su apellido en el caso, entre otros temas.

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Ya en agosto del año pasado, cuando se conoció por primera vez la existencia de los audios, Bucaram Ortiz reconoció que eso era parte de una defensa técnica y que intentaba ganarse la confianza del extranjero.

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En ese entonces, el expresidente argumentó que los dos ciudadanos extranjeros le pedían ayuda y que supuestamente les ofreció un abogado porque, según él, la ministra de Gobierno de la Administración de Lenín Moreno los mandaría a matar.

Francisco Onofa, uno de los abogados de los Bucaram, expuso que la grabación de los audios debió tener autorización de un juez para que tenga valor como prueba.

“¿Cómo podemos asegurar que es la voz del ciudadano israelí fallecido? ¿Cómo podemos asegurar que es la voz de Jacobo Bucaram o de Abdalá Bucaram, padre?, si ellos en ningún momento han prestado su voz para que sean comparadas a través de técnicas periciales”, acotó el jurista.

Y recalcó que los audios no son nuevos, por tanto, ya fueron periciados; luego de lo cual no tuvieron efecto de prueba, porque técnicamente fueron obtenidos de manera ilegal. “Todo lo que es ilegal no puede pasar a formar parte de una prueba”, manifestó Onofa.

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No obstante, la Fiscalía, de considerarlo oportuno, puede apelar aquello para que la justicia a distancia ratifique o revierta esa decisión, a criterio del abogado penalista Héctor Gabriel Vanegas, quien señala que en su momento estos elementos no fueron valorados.

“Fiscalía podrá utilizar lo que hay en el proceso, entre eso, estos elementos (audios) que lamentablemente no fueron valorados por la administración de justicia de este país. En una sala de alzada tendrá, de considerarse el caso, que corregirse el error y encontrarse, pues, si es que hay los suficientes elementos para un llamamiento a juicio”, sostuvo el jurista, defensor del israelí Oren Sheinman.

Parte de los supuestos audios

“Yo he dicho a él, tú me dijiste a mí mencionar a él en la declaración, porque tú el abogado mío. Él recibió de mí veinte mil (dinero) (…). Ponle que la gente quiere a él aquí, con eso tú va a salir sin problema o va a recibir un año, yo te saco. Solo dice la verdad, nada más. Es un ladrón, ellos tienen muchos enemigos”, se oye al extranjero decir a su interlocutor en una parte de los audios, en torno a la que habría sido la recomendación de su asesor legal.

En el transcurso del diálogo, el extranjero refiere que su abogado le contó que había recibido en su despacho la visita de hombres armados.

“Yo he dicho a él (abogado) tú me mentiste a mí, cambiaste tu número. Él (abogado) dice sí, pásame el número de Jacobo, yo paso a él tu número para hablar contigo”, expresa Dahan en la conversación con quien sería el hijo del exmandatario.

El interlocutor responde al extranjero que recibió la llamada de quien identifica como Ely. “Ely dice que tú estás actuando mal”, le increpa.

Ante eso, el israelí niega conocer a esta persona en mención. Y dice que esta persona supuestamente le había advertido que no hiciera negocios con los Bucaram.

“Bueno, ¿y cómo hacemos para arreglarlo?”, le contesta el interlocutor.

“No sé, tú sabe la ley aquí, tú tiene contacto aquí más que mí. Yo tengo contactos en otros países, aquí en Ecuador no tengo contactos”, responde el extranjero. Ante lo cual la persona con la que conversa le dice: “Yo no puedo decirte algo hasta que mis abogados no me digan”.

El diálogo continúa, y Dahan insiste: “Tú sabes cómo es la ley, tu padre sabe cómo es la ley. Yo no confío en esos abogados. El abogado me ha dicho a mí: ‘Todo está arreglado’. Tú me dijiste a mí hoy (el día del diálogo) 36 meses”, dice el israelí aparentemente sobre el tiempo en que su interlocutor le habría ofrecido sacarlo de prisión.

En otra conversación se escucha al extranjero hablar presuntamente con el expresidente Abdalá Bucaram, quien dice sentirse extrañado de que no haya llegado la seguridad para el israelí.

Dahan le menciona que a su pabellón ha ido un hombre armado a preguntar por ellos (por él y por Oren Sheinman) y que eso habría ocurrido “una noche antes de yo hablo contigo”.

“El chico del pabellón aquí dice: ‘Mira, los Bucaram ponen contacto en tu cabeza va a matarte’. Yo he dicho: ‘No hay problema, mándalo que mate. Yo soy, en mi país tuve toda la vida en guerra. Quiere pelear, yo pelea. Él quiere matarme, yo matar a él conmigo junto’”, refiere Dahan.

Ante lo cual a quien se señala supuestamente como el exmandatario refuta: “Mira, dejemos eso de pelea”, y le ofrece ponerle un abogado. “Y voy a tratar de que hoy día esa persona se presente, que se presenten hoy día, porque me extraña lo que ha pasado, de acuerdo. Las personas que tenían que saludarte y no te saludaron, me extraña que haya pasado eso”, refiere presuntamente sobre la seguridad para el israelí.

Él replica: “Yo tengo tu palabra, nadie va a tratar matarme, nada eso”. Y el interlocutor responde: “Ya hablamos de la palabra, y yo mantengo mi palabra que yo en el tribunal te saco”. (I)