Un incremento de casi el 85 % en muertes violentas se ha registrado durante el primer semestre del 2023, en la Zona 8, que comprende a Guayaquil, Durán y Samborondón.

Estos tres cantones suman en total 1.255 crímenes, superando los 680 casos reportados durante el mismo periodo del año 2022.

Publicidad

La mayoría de estos hechos violentos sucedieron en Guayaquil, donde se contabilizan 1.182 de estas muertes. En Durán se dieron 64 asesinatos y en Samborondón van 10.

De la cifra total de 1.255, la Dinased ha catalogado 1.236 casos como asesinatos, 6 como femicidios y 13 como homicidios (matar a una persona sin que exista premeditación).

Publicidad

Juan Zapata, ministro del Interior, indicó días atrás que las cifras podrían ser incluso mayores, pues aclaró que durante los dos meses de estado de excepción, entre el 3 de abril y el 3 de junio, se habría logrado una reducción cercana al 16 % en los territorios donde se reforzó la presencia de policías y militares.

Zapata detalló que durante los 60 días de la medida se habrían evitado más de 40 asesinatos, considerando que los crímenes iban en alza y que el 92 % está relacionado a la lucha por territorio para el microtráfico.

La especialista en temas de seguridad Carolina Andrade considera que fue buena la focalización de la medida en los barrios más problemáticos. Sin embargo, cuestiona que el estado de excepción es “una estrategia de contención, que no puede sostenerse en el tiempo”.

Ella cree que para revertir la problemática y evitar un repunte de la violencia se requiere de la intervención del Estado para recuperar los espacios que hoy son territorio de bandas y en donde hasta la Policía teme entrar.

En estos sectores, muchos cuerpos han aparecido decapitados, desmembrados, incinerados, ensacados e incluso han dejado a modo de ‘trofeo’ cabezas y otras partes en puntos estratégicos, como mensajes a las organizaciones criminales enemigas.

Susto en la Prosperina: vecinos hallaron cuerpo mutilado en viaducto

Eso ocurre principalmente en zonas de Monte Sinaí, cercanas al ‘canal de la muerte’, donde Fatales y Águilas se pelean el sector.

Se calcula que en 2023 ya son más de 60 cuerpos desmembrados hallados en Guayaquil y sus alrededores. En el año 2022, entre enero y diciembre, fueron 30 casos.

Restos humanos fueron hallados en un saco en una esquina de Pascuales la mañana de este jueves 29 de junio. El miércoles 28 descubrieron otras partes humanos en viaducto de Prosperina.   Fd Ronald Cedeño  Foto: El Universo

Daniel Pontón, decano de la Escuela de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), menciona que la violencia en las calles está estrictamente relacionada con lo que ocurre en las cárceles.

Por eso refiere que ahora vivimos cada vez enfrentamientos más sádicos entre grupos organizados con decapitaciones y desmembramientos, como en 2021 cuando hubo las masacres que causaron más de 400 muertos en las prisiones.

“Este tipo de violencia es cada vez más sádica”, describe Pontón, y pone como ejemplo a México, donde las bandas “entienden que este tipo de muertes producen una serie de efectos psicosociales, que son muy ventajosos a su accionar, porque desmoralizan al Estado, generan amedrentamiento a las organizaciones rivales y atemorizan a la población”.

La mayoría de las víctimas mortales en la Zona 8 tienen entre 22 y 35 años, pero hay también menores de edad que han perdido la vida en esta disputa entre grupos criminales.

Según datos de la Policía de Menores (Dinapen), más de 125 adolescentes de entre 15 y 17 años han sido asesinados de enero a junio en Guayaquil. En este periodo también han muerto más de 25 menores de 5 a 14 años y cerca de 10 infantes.

Los territorios más problemáticos son los distritos Nueva Prosperina, con casi 400 crímenes, y Sur, con más de 200 casos.

En estas zonas, los menores de edad no son solo víctimas de la violencia, también han sido identificados como ejecutores de atentados.

Gobierno refiere que muertes violentas bajaron 16 % en Guayaquil, Samborondón y Durán en primer mes de estado de excepción

Un caso reciente quedó grabado en un video, en el que se observa a dos adolescentes de entre 13 y 15 años, en una cancha de la Floresta, del distrito Sur. Ahí, se evidencia cómo para iniciarse en las agrupaciones reclutan a niños que deben matar como “prueba de ingreso”.

Junto a estos menores supuestamente iba un adulto que grababa el atentado, que provocó un fallecido, una víctima colateral, según los vecinos.

Pero Guayaquil no ha sido el único punto donde la cifra de muertes violentas ha mostrado incremento. Esmeraldas, Santa Elena, Los Ríos, también presentan tasas elevadas en estos primeros seis meses del 2023.

Incluso el Distrito Metropolitano de Quito, donde en 2022 hubo más suicidios (198 casos) que asesinatos (182 casos), ha experimentado de enero a junio del 2023 un incremento del 28 % en muertes violentas. (I)