Tras el impase diplomático entre Ecuador y Argentina por la fuga de María de los Ángeles Duarte, exministra de Transporte y Obras Públicas del correísmo, de la embajada argentina, en Quito, la Cámara de Diputados de Argentina resolvió realizar una solicitud con información al Poder Ejecutivo Nacional (Alberto Fernández), a través de las autoridades pertinentes, con respecto a lo ocurrido en su sede diplomática.

Una de sus principales inquietudes es una presunta reunión el viernes 10 de marzo, tres días antes de la notificación del escape de Duarte, que se habría realizado en la embajada y que contó con la presencia de representantes de varios países, y en particular, con la del embajador de Venezuela, que le podría haber facilitado el acceso a su vehículo oficial a la exministra.

La Cámara de Diputados de Argentina, en cinco puntos exhortaron a que se los informe:

Publicidad

  • Si el embajador en Quito, Gabriel Fuks, mantiene el control de la delegación oficial bajo su autoridad, si el personal a su cargo ejerce algún tipo de verificación y registro de los accesos y egresos a la residencia, y en ese caso, cuándo fue la última vez que Fuks o un funcionario de esa delegación verificaron la presencia de la señora Duarte en las dependencias oficiales en las que habita el embajador argentino y si existe alguna constancia reciente de su egreso.
  • Si es cierto que el viernes 10 de marzo, tres días antes de la notificación oficial de su desaparición de la sede diplomática, se realizó allí una reunión de la cual participaron los representantes de varios países, y en particular, el embajador de la República de Venezuela. En caso afirmativo, si existió algún contacto entre dicho embajador y la señora Duarte Pesantes y si le fue facilitado el acceso a la sede al vehículo oficial de la embajada venezolana.
  • Qué otros representantes nacionales participaron, eventualmente, de dicha reunión, y si alguno de ellos fue autorizado a acceder con su vehículo a la residencia.
  • Cuáles han sido los motivos de que el embajador en Venezuela, doctor Óscar Laborde, recibiera pocos días después a la señora Duarte en medio del agravamiento de un severo conflicto diplomático.
  • Si el señor presidente de la República, el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, o la Cancillería han abierto algún tipo de sumario o investigación sobre los preocupantes hechos ocurridos.

En su resolución reconocen también que por lo suscitado en los últimos días se “ha originado un grave e irresuelto conflicto diplomático con la hermana República de Ecuador” y que culminó con la expulsión mutua de los embajadores argentino en Quito, Gabriel Fuks, y del ecuatoriano Xavier Monge Yoder en Buenos Aires.

Como sus fundamentos manifiestan su preocupación por los “insistentes rumores” de que su “personal diplomático habría facilitado el escape de la señora Duarte en un acuerdo espurio con diplomáticos venezolanos”, aunque señalan que no es una versión confirmada, pero que es “proveniente de fuentes confiables”, por lo cual considera que “es necesario confirmar o desmentir en beneficio de la transparencia y el respeto a las reglas del multilateralismo, que podrían haber sido severamente dañados”.

También cuestionan que la Cancillería argentina cuando informó sobre la fuga, el martes de 14 de marzo, “presentó argumentos insostenibles acerca de la imposibilidad de fijar el paradero de la señora Duarte en lo que es la residencia oficial del embajador argentino”.

Publicidad

Asimismo, criticaron que “sostener” como lo hicieron “que durante el pasado fin de semana sábado 11 y domingo 12 de marzo y encontrándose el embajador Fuks desempeñando distintas tareas inherentes a su labor diplomática, no se registró presencia en el ala del edificio en la que Duarte Pesantes habitaba, distante de la residencia oficial del representante argentino, por lo que se procedió a hacer las recorridas correspondientes de las distintas dependencias, sin ubicar su paradero” es aceptar que el representante diplomático de Argentina y sus funcionarios “son incapaces de controlar la presencia en las dependencias oficiales en las que habitan y que el acceso y egreso a la misma está también fuera de control de las autoridades responsables”.

Dos hipótesis maneja Ecuador sobre la fuga de María de los Ángeles Duarte de la Embajada de Argentina en Quito

También califican como insólito la “recepción” ofrecida por el embajador de Argentina en Venezuela, Óscar Laborde, a Duarte, lo “que ha complicado un panorama ya suficientemente complejo”.

Publicidad

El martes 14, según el Gobierno argentino, la exfuncionaria se encontraba en Caracas, sin embargo, el miércoles 15, Laborde informó que Duarte no estaba allí.

“No está ni pidió estar, nunca se previó que estuviera, lo que ella hizo fue el lunes a la tarde llamar a la privada de mi embajada, pidió una cita con el embajador, se la dio, yo la recibí ayer a las 11:00 con las personas que trabajan en consulares. Ella simplemente lo que hizo fue informar que se encontraba en Caracas”, explicó el funcionario en una entrevista en Urbana Play 104.3 FM de Argentina.

En ese documento también manifiestan que “las relaciones fraternales con todos los países, y especialmente con los sudamericanos, deberían ser una política de Estado ajena a toda interferencia ideológica”, además que desde “principio se desprende el total respeto por la independencia de poderes en las naciones con las que la República Argentina mantiene una relación amistosa”.

Sin embargo, dicha regla con respecto a las relaciones diplomáticas fue “violada cuando la Embajada argentina en Quito concedió asilo diplomático efectivo y le otorgó la posibilidad de refugiarse en la residencia del embajador a una condenada y prófuga de la justicia ecuatoriana”.

Publicidad

La Policía Nacional de Ecuador aclara que no tiene jurisdicción en el interior de las instalaciones de las embajadas asentadas en el país

Señalan que de por sí el “episodio era ya suficientemente grave, y seguramente exigió una extraordinaria mesura por parte del Gobierno ecuatoriano, cuando la situación se complicó gravemente por el escape de la señora Sra. Duarte Pesantes de la sede diplomática argentina, ocurrido de manera difícilmente explicable”.

Duarte, quien fue sentenciada a ocho años de prisión por el delito de cohecho en el caso Sobornos 2012-2016, se encontraba en la embajada argentina de Quito en calidad de refugiada desde agosto del 2020.

En diciembre del 2022, Argentina le otorgó el asilo diplomático y ella solicitó a Ecuador que se le otorgara un salvoconducto para salir del país, pero este le fue negado. (I)