Terno azul, camisa blanca sin corbata. Sin arete en la oreja izquierda ni sonrisas. Dando un paso a la vez y con dificultad llegó el exvicepresidente de la República en el correísmo, Jorge Glas Espinel, a la sala de audiencias de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) para enfrentar un tercer proceso penal, pero esta vez por peculado, que le sigue la Fiscalía General del Estado, este viernes 6 de junio del 2025.
Delgado y con rostro inexpresivo, Jorge Glas saludó con sus dos abogados y se sentó en el extremo derecho de la sala a la espera de que llegue el Tribunal de Juicio para decidir si se instalaría este primer día de audiencia de juzgamiento.
Minutos después de las 08:30, los jueces Javier de la Cadena, Marco Rodríguez y Mercedes Caicedo (ponente) se acomodaron en el estrado.
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Caicedo le pidió al procesado Jorge Glas que se ponga de pie y confirme si los dos abogados a su lado lo defenderán.
Glas no se levantó de inmediato y la jueza repitió la pregunta. Se puso de pie y respondió con apatía que sí, que ellos lo representarán.
Hace un año y cinco meses, se esperaba la llegada de esta audiencia.
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La Fiscalía general formuló cargos por peculado en contra de Jorge Glas y Carlos Bernal, que encabezaban el extinto Comité por la Reconstrucción de Manabí. Se los considera sospechosos de haber cometido peculado que se sustenta, según las investigaciones, en el uso de recursos de la Ley de Solidaridad para financiar obras que no eran urgentes para los habitantes de Manabí y Esmeraldas afectados por el terremoto del 2016.
Recién el 19 de mayo del año en curso fueron llamados a juicio por este delito tipificado en el artículo 278 del Código Orgánico Integral Penal, que se sanciona con prisión de diez a trece años a aquellos funcionarios que abusen, se apropien, distraigan o dispongan arbitrariamente de bienes muebles o inmuebles, o dineros públicos.
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La audiencia se convocó en el octavo piso de la Corte Nacional de Justicia, ubicada en el norte de Quito. No menos de dos escuadrones de fuerzas especiales de la Policía Nacional y muros de vallas de metal rodearon las calles de la sede de justicia; paramédicos, una ambulancia y un vehículo de la Policía también se coordinaron ante cualquier urgencia.
En una vereda que divide la avenida Amazonas, un pequeño grupo de personas con lonas impresas con la cara de Glas gritaban por su libertad.
A Glas se lo trasladó a Quito la noche del jueves 5 de junio, desde la cárcel La Roca de Guayaquil, pues cumple dos sentencias con prisión: por cohecho pasivo agravado y asociación ilícita, a la que se suma la orden de prisión preventiva por este caso, Reconstrucción de Manabí.
Pese al operativo y logística que se adaptó para la diligencia, esta no se instaló, porque el Tribunal de Juicio no tenía una pericia psiquiátrica de la salud mental de Jorge Glas, pues en varias ocasiones habría intentado suicidarse.
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El conjuez de la Corte, Marco Aguirre, quien llamó a juicio a Glas y Bernal y sobreseyó a otros siete, ordenó a la Fiscalía que elabore esta pericia, la conozca el Tribunal y proceda como corresponda.
El fiscal general, Wilson Toainga Toainga, quien acudió a la audiencia, acompañado de varios fiscales y transportando las decenas de expedientes, contó que no se concretó este análisis con un médico perito del Consejo de la Judicatura.
Que solicitaron al hospital Julio Endara de Quito que remita una terna de médicos especializados en esta área para escoger el que elabore este informe, pero tampoco tuvieron respuesta.
El Tribunal deliberó por casi una hora y resolvió dar diez días a la Fiscalía para que se haga el examen psiquiátrico y así respetar sus derechos y garantías a la dignidad humana.
Con esa disposición, dicho informe tiene que estar listo y entregado a los jueces el 16 de junio para que al siguiente día se instale la diligencia.
En un escrito, Glas cuenta que su condición de salud es “precaria” desde que lo capturaron el 5 de abril de 2024, mientras se asilaba en la sede de la Embajada de México en Quito, adonde se había refugiado unos meses antes. Ese día, el gobierno de Daniel Noboa decidió que la Policía Nacional ingrese a ese territorio y lo capture, pues había una orden de prisión preventiva por este caso.
Esta orden caduca, según los cálculos judiciales, el 6 de julio de 2025.
Así, la tarde del 5 de junio, la defensa de Glas recusó a los jueces Javier de la Cadena y Marco Rodríguez porque podrían sustanciar la causa con “sesgo”, manifestó su abogado, Andrés Villegas.
Con ese incidente, la jueza ponente, Mercedes Caicedo, advirtió que no permitiría “maniobras dilatorias”, por lo que suspendió los plazos para evitar la caducidad de la prisión preventiva.
Andrés Villegas pidió que la audiencia del 17 de junio se instale desde las 09:00 y no a las 08:30, porque su defendido toma medicamentos a esa hora. El Tribunal no acogió el pedido.
Fue el 2 de octubre de 2017, la primera noche en prisión de Jorge Glas, cuando se lo procesó por asociación ilícita en el caso Odebrecht, por el que lo sentenciaron a seis años de prisión; y luego vino la sentencia de ocho años por cohecho pasivo agravado por el caso Sobornos 2012-2016.
Entre noviembre de 2022 y el 5 de abril de 2024, el amigo, exministro y exvicepresidente de Rafael Correa dejó la cárcel gracias a un recurso de habeas corpus que le concedió el juez de Santo Domingo de los Tsáchilas Émerson Curipallo Ulloa, sentenciado por delincuencia organizada en el caso Metástasis.
Durante casi dos años que el exvicepresidente dejó la cárcel y cumplía presentación periódica, fue entrevistado en un programa de radio y casi candidato en las elecciones presidenciales extraordinarias de 2023.
No obstante, el fallo de Curipallo es en la actualidad motivo de otra indagación por presunta asociación ilícita, en el que estarían involucrados Wilman Terán, expresidente del Consejo de la Judicatura, y Anabel T. C., jueza de Santo Domingo, porque habrían sido quienes redactaron esa sentencia que liberó a Glas.
Alertas del CPCCCS de transición y de Contraloría abrieron este proceso desde el 2019
Desde que terminó el gobierno de Rafael Correa, su excoideario Lenín Moreno, que llegó a la Presidencia con Glas en la Vicepresidencia, se revelaron hechos de corrupción que hoy lo mantienen en la cárcel.
El caso Reconstrucción de Manabí se desprendió de una denuncia planteada por el extinto Consejo de Participación Ciudadana y Control Social de Transición (CPCCS-T), a la que se sumó un informe de la Contraloría General del Estado con Indicios de Responsabilidad Penal (IRP) que se dirigió a la Fiscalía a mediados del 2019.
La denuncia se sostiene en que tras el terremoto de 2016, se emitió la Ley Solidaria y de Corresponsabilidad Ciudadana, que recaudó más de $ 1.600 millones para reconstrucción y reactivación económica para Manabí y Esmeraldas, fondos que se habrían desviado a proyectos ajenos a la emergencia.
El 5 de enero de 2024 se dictó medida cautelar de prisión preventiva en contra de Glas y Carlos Bernal, exsecretario técnico del Comité Técnico para la Reconstrucción, cuyo paradero se desconoce, pero asiste a las diligencias por plataformas telemáticas.
Por ahora, Glas permanecería detenido en la cárcel 4 de Quito, hasta que se le practique la pericia psiquiátrica y determinar si está en condiciones de enfrentar este juicio que tomaría, por lo menos, unos quince días continuos. (I)
