”Karaju”, la canción compuesta por el movimiento indígena para alentar el paro nacional, anunciaba el ingreso de una u otra delegación de provincia en camiones y camionetas hasta la zona de Cutuglagua, en el sur de Quito.
Desde las 09:00 de este 20 de junio, cientos de indígenas llegaban hasta el sitio, que es el límite entre el cantón Mejía y Quito, para iniciar la caminata hasta el centro de Quito y exigir al Gobierno nacional que cumpla la agenda de diez demandas impulsadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la Feine y la Fenocin.
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Vehículos llegaban con pan, colada y chocolate para esperar a las delegaciones y compartirles el desayuno.
Los hombres luciendo sus ponchos rojos y las mujeres con sus anacos, provenientes de Tungurahua, Chimborazo, Bolívar y Cotopaxi, daban cuenta de la gran manifestación que se alista en contra del presidente Guillermo Lasso.
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Han pasado varias horas a la espera de un dirigente que les dé instrucciones.
Había incertidumbre. Unos decían que la caminata se iniciará a las 14:00, cuando estén todos. Otros, que había que esperar a su líder, Leonidas Iza, presidente de la Conaie, para que encabece la marcha nacional hasta llegar al centro de Quito, y enseguida otros aclaraban que él ya había cruzado a la madrugada junto a otras delegaciones.
En la espera, los indígenas trataban de hacer una limpia de sus filas. Detectaban que algún dirigente no los apoyaba y los perseguían por varios metros gritándoles “fuera lassistas”.
A eso de las 13:15 un dirigente indígena agrupó a los manifestantes para explicarles cuáles serían las acciones a seguir.
Un dirigente de Cotopaxi anunciaba que la lucha será hasta que el Gobierno escuche sus pedidos y explicó a las bases que la fuerza pública estaba impidiendo el paso a las delegaciones que venían de las comunidades. Pidió a sus afines que se cuiden entre ellos porque hay “infiltrados” que pueden hacerles daño y les aclaró que el único vocero es Iza.
”En este momento tenemos que unirnos”, gritó la autoridad indígena.
Franklin Columba, dirigente de organizaciones sociales de Pichincha y parte de la Fenocin, destacó los siete días de paro nacional y criticó al presidente Guillermo Lasso por haber reducido el presupuesto para la salud y educación.
Exigió la revisión de los precios de los combustibles y que se dé cumplimiento a los derechos colectivos, y aspiró a que este lunes Lasso retroceda en sus políticas económicas.
La noche del domingo, Iza responsabilizó al Gobierno de una posible escalada de violencia que se pueda producir en el país, si no cumple con la agenda de diez puntos.
En un mensaje que transmitió en las redes sociales, demandó a las universidades que no “mezquinen” sus espacios para facilitar el acceso a sus estructuras y que puedan descansar.
Esa era una duda entre los manifestantes, pues algunos pernoctaron en la parroquia de Cutuglagua y otros habrían ido a albergues improvisados. (I)