Las actividades de Lavinia Valbonesi, influencer y esposa del presidente Daniel Noboa, están bajo la lupa política y de la sociedad, especialmente desde que se hizo público el proyecto urbanístico en Olón (Santa Elena) que su empresa Vinazin finalmente desistió de construir en una zona de manglares.

Ella se autodenomina la “primera servidora del Ecuador”. Sin embargo, legalmente, no es funcionaria pública ni autoridad de elección popular.

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La figura de primera dama no consta en la Constitución ni en la legislación del país. Y al no ser funcionaria, no puede hacer uso de recursos públicos; por tanto, no puede ser fiscalizada por la Asamblea Nacional.

La primera dama dijo en un video que publicó en su cuenta de TikTok que no dispone de un presupuesto, así que los programas que impulsa se implementan con instituciones públicas.

Antes de la polémica en Olón, y en la actualidad, la esposa del presidente tuvo encuentros con representantes de organismos e instituciones internacionales, públicas y privadas, dentro y fuera del país. El propósito ha sido promocionar y conseguir apoyos para programas sociales y para su proyecto denominado ANA, que trata sobre prevención y erradicación de la violencia contra mujeres y niños.

El proyecto incluye capacitación a mujeres violentadas, así como la creación de casas de acogida para niñas y niños abandonados y que han sido víctimas de violencia.

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Lavinia Valbonesi: Crear el primer centro de acogida para niños que son resultado de abusos y sufren violencia es mi objetivo

Así costea sus viajes la primera dama

En febrero viajó por su cuenta a Washington (Estados Unidos). Se reunió con representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con Jill Biden, esposa del mandatario estadounidense Joe Biden, y con la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF, por sus siglas en inglés), organismo afiliado a la Organización de Estados Americanos (OEA).

En mayo, Valbonesi acompañó al presidente Daniel Noboa en su reciente visita a Italia, Francia y España. La primera dama aprovechó el viaje para desarrollar su propia agenda, que incluyó diálogos con fundaciones, diplomáticos, con L’Oréal Paris y con la primera dama de Francia, Brigitte Macron.

Los viajes que realiza Lavinia Valbonesi al exterior, cuando no acompaña a Daniel Noboa, son cubiertos por sus propios recursos y los traslados los hace en vuelos comerciales, respondió el equipo que trabaja con ella, ante una consulta de EL UNIVERSO hecha el 10 de mayo, un día antes de la gira presidencial a Europa.

“Los recursos económicos usados en viajes son propios de la primera dama. Por ejemplo, cada viaje que realiza sin el presidente lo hace en avión comercial financiado con sus propios recursos, como en el viaje a Estados Unidos para reunirse con Jill Biden y los representantes del BID. Al no ser funcionaria pública, la primera dama no tiene viáticos ni compensaciones económicas por ninguna actividad aunque sea para articular acciones entre instituciones”, se indicó.

Además, el equipo afirmó que la gente que colabora con ella no está vinculada al sector público y se enfoca en el proyecto Ana.

Las iniciativas de la esposa del jefe de Estado tienen amplia promoción en redes sociales y han contado con la cobertura de entidades públicas, como los ministerios de la Mujer, de Salud, de Educación, que implementan los programas.

Según su oficina, “cuando las actividades de la primera dama coinciden con eventos ministeriales o presidenciales en el marco de su gestión de proyectos sociales, la cobertura cuenta con apoyo del equipo de las instituciones correspondientes”.

Su “despacho” en Quito

La oficina donde Lavinia Valbonesi trabaja en Quito está dentro del Palacio de Carondelet. Lo confirmó su equipo. Desde ahí “coordina actividades y reuniones en el marco de la cooperación con el desarrollo del proyecto Ana”.

La joven esposa del presidente Daniel Noboa hizo gala de su “despacho” en un video que publicó en su cuenta de Instagram, el 8 de marzo. “Este es el lugar donde suceden las cosas más especiales, donde los sueños se impulsan gracias al apoyo de muchos corazones con el mismo objetivo”, posteó.

Su equipo justificó que “la residencia de la primera dama en Quito, en Guayaquil o en Olón tiene asignado un espacio donde ella pueda realizar sus actividades rutinarias como todo miembro de la familia Noboa-Valbonesi”.

Testigo de honor

Según su oficina, Lavinia Valbonesi no ha suscrito ningún documento oficial relacionado con los programas sociales que promueve desde que se inició el Gobierno de su esposo, pero sí ha firmado como testigo de honor.

Lo hizo en la alianza entre el PADF y el Ministerio de la Mujer, para el memorándum de entendimiento en el financiamiento de las casas de acogida. También en el convenio entre el Ministerio de Salud Pública, St. Jude Children’s Research Hospital y la Organización Mundial de la Salud, para que Ecuador sea parte de la Plataforma Global de Acceso a medicamentos para el cáncer infantil (GPACCM, por sus siglas en inglés).

De lo último se destacó que cinco hospitales públicos van a recibir la medicina que es parte del convenio.

“La misión de la primera dama es articular acciones y destrabar proyectos que han encontrado todo tipo de obstáculos durante administraciones pasadas”, señaló su oficina.

El rol de la primera dama

El papel que desempeña la primera dama se ha modificado a lo largo del tiempo y ha estado más asociado al área social, comentó Ximena Ron, abogada constitucionalista.

Recordó que el gobierno de Rafael Correa eliminó esa figura, pero Lenín Moreno la retomó con su esposa, Rocío González. Luego la esposa del expresidente Guillermo Lasso, María de Lourdes Alcívar, estuvo tan presente en las actividades del exmandatario que incluso llegó a estar junto con él en una plenaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU), lo cual levantó fuertes críticas.

De Lavinia Valbonesi, la abogada reflexionó que una vía para verificar que Carondelet no ha desviado recursos públicos para financiar sus actividades o proyectos es que la Asamblea Nacional podría fiscalizar al presidente Daniel Noboa, dado que ella es parte de su entorno.

“De lo contrario, no tendríamos forma de saber si se utilizan o no fondos del Estado y me parece que eso no es adecuado. Hay que buscar que, de alguna manera, la Asamblea Nacional, que es la que tiene el poder de fiscalización, pueda pedir cuentas respecto de dónde se saca el presupuesto para determinadas obras que realiza la primera dama”, opinó Ron, al tiempo de aclarar que no hay impedimentos para que la cónyuge del primer mandatario promueva iniciativas o busque financiamiento externo.

Comentó que la derogatoria del Código de Ética no aporta a la transparencia del desempeño de los funcionarios del Estado, el comportamiento de sus familiares, así como el correcto uso de los recursos y bienes públicos.

Daniel Noboa estableció su propio Código de Ética a menos de un mes de haber asumido la presidencia de la República, contenía prohibiciones para sus familiares, los del vicepresidente, los ministros y funcionarios de alto rango de las instituciones del Ejecutivo. Sin embargo, en febrero lo derogó. (I)