Fausto Jarrín, legislador por la bancada correísta Unión por la Esperanza (UNES), renunció a su cargo en la Asamblea Nacional, la noche del miércoles 13 de julio, luego de más de un año en funciones.

El ahora exasambleísta publicó una carta en sus redes sociales en la cual explicó que durante este tiempo en el Parlamento tuvo experiencias enriquecedoras, desafiantes y hasta desesperantes. “Lastimosamente, durante un año también pude conocer la podredumbre que habita y se reproduce dentro de la Asamblea Nacional”, escribió.

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Destacó que no lo atan el puesto ni el sueldo, sino sus principios y convicciones. “Y tengo un inexcusable deber con mis compañeros víctimas del Estado ecuatoriano y su persecución”, resaltó Jarrín al anunciar su dimisión, cuya decisión —dijo— fue complicada, pero bien pensada.

“Doy un paso al frente para asumir nuevamente al cien por ciento mi labor como defensor de mis compañeros perseguidos”, remarcó.

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Jarrín fue abogado del expresidente Rafael Correa dentro del proceso por cohecho pasivo agravado dentro del caso Sobornos 2012-2016.

Tras su salida del Legislativo, quien ocuparía su lugar sería la asambleísta alterna Gissela Garzón. (I)