La Conferencia Episcopal Ecuatoriana hizo un llamado al diálogo entre las autoridades del Gobierno y los sectores sociales, para terminar con el paro nacional de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en contra de la eliminación del subsidio al diésel.
A través de un comunicado, emitido este miércoles, 1 de octubre de 2025, los obispos del Ecuador invitaron a las autoridades públicas, movimientos y organizaciones sociales, actores económicos y ciudadanía en general a dialogar y cooperar para encontrar una salida a las protestas.
“Queridos hermanos, los Obispos del Ecuador seguiremos contribuyendo con nuestra palabra y nuestra acción en trazar, junto con cada uno de ustedes, caminos de diálogo y reconciliación, asegurándole así al Ecuador un futuro en el que todos encuentren oportunidades de desarrollo y progreso”, dice el comunicado de la Iglesia Católica.
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Además, la organización sostuvo que “hoy más que nunca necesitamos que el diálogo, el encuentro, la escucha sea una verdadera política de estado, no de coyuntura sino de siempre”.
“Esa es, en democracia, la mejor manera de cuidar el tejido social, la inclusión de todos, la legalidad y las instituciones que garantizan la vida democrática”, dicta el pronunciamiento.
Previamente, la Conferencia Episcopal repasó que el país atraviesa un momento delicado de tensión social y política, cuyas causas estructurales se evidencian en problemas y malestares profundos. Ante este escenario, indica la misiva, “afirmamos que sólo el diálogo franco y permanente será siempre la vía más fecunda para encontrar soluciones a los problemas de todos”.
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A la vez, los obispos reconocieron el derecho a la protesta pacífica de quienes sienten que su voz no ha sido escuchada y sus derechos han sido conculcados. Sin embargo, precisaron que la violencia nunca será el camino para construir un mejor Ecuador.
La reacción de la iglesia surge en el marco del décimo día de paro nacional, que la Conaie inició el pasado 22 de septiembre, en contra de la medida del Ejecutivo, que ha tenido como epicentro la provincia de Imbabura y que, hasta el momento, ha dejado un muerto y más de un centenar de heridos entre manifestantes, policías y militares. (I)
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