Un día como hoy, 10 de mayo, pero en 1924 ocurrió un hito que marcó un precedente histórico en Ecuador y Latinoamérica: por primera vez una mujer sufragaba en unas elecciones generales. La pionera fue la lojana Matilde Hidalgo Navarro de Procel, una mujer adelantada a su tiempo, que se enfrentó a prejuicios, críticas y rechazo, en una época donde casi todos los espacios eran dominados por hombres.

Al cumplirse cien años de aquel hecho, el país ha dado avances en la participación política de la mujer, no obstante aún existen deudas para que su involucramiento sea pleno y equitativo, opinaron Rosalía Arteaga, expresidenta de la República; Ruth Hidalgo, directora ejecutiva de la Corporación Participación Ciudadana, y Mónica Bolaños, directora del Instituto de la Democracia.

Matilde Hidalgo nació en Loja, el 29 de septiembre de 1889. Hija de Carmen Navarro, costurera, y de Manuel Hidalgo, comerciante. Era la menor de seis hijos. Quedó huérfana de padre a temprana edad.

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No solo fue la primera mujer en votar, sino también la primera en cursar estudios secundarios (1914) y se convirtió en la primera Doctora en Medicina (1921). Consiguió sufragar al percatarse de que la Constitución de 1887, vigente entonces, no contemplaba restricción de género para ejercer el derecho ciudadano del voto.

Según información del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), el 2 de mayo de 1924 Matilde Hidalgo quiso empadronarse en la Junta Electoral de Machala, pero se lo negaron. Insistió. Su pedido fue analizado por el Consejo de Estado, que terminó por darle la razón. Fue así como pudo sufragar en las elecciones nacionales legislativas del 10 de mayo.

Para el 9 de junio de ese año se emitió un informe habilitante del ejercicio del sufragio y el derecho para que las ecuatorianas puedan ser elegidas tras cumplir con los requisitos establecidos en la Constitución. Cinco años después, el 26 de marzo de 1929, Ecuador oficializó el sufragio de las mujeres en la Constitución.

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Décadas más tarde, en diciembre de 2019, la Asamblea Nacional aprobó una resolución que declaró al 9 de junio como el Día Nacional del Voto Femenino.

La expresidenta Rosalía Arteaga destacó la figura de Matilde Hidalgo como una pionera en varios sentidos, “con una fuerza de voluntad impresionante”.

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Resaltó que, en términos legales, por presión de las mujeres y organizaciones sociales, históricamente Ecuador ha sido un país de avanzada en varios aspectos en comparación con otros países de la región. En ese sentido, destacó que el Código de la Democracia establece la obligación de paridad en los binomios presidenciales.

No obstante, señaló, persisten brechas amplias y marcadas. Muchas veces no se respetan los derechos de la mujer. Creo que para conseguir esa verdadera equidad de la mujer tenemos que trabajar fuerte en patrones culturales y educativos. Hay que hacer mucho”, observó y apuntó que en la esfera política los movimientos y partidos deben ser verdaderas organizaciones estructuradas, democráticas, que viabilicen con efectividad la incursión y participación de las mujeres, así como de los jóvenes.

Matilde Hidalgo de Procel nació en Loja en 1889. En 1925 fue elegida la primera mujer concejal de Machala. Falleció en 1974.

Por su parte, Ruth Hidalgo, comentó que Matilde Hidalgo abrió un camino que perdurará en la historia. Opinó que “en los últimos años ha habido una reactivación importante en la lucha de la reivindicación de los derechos de participación política de la mujer, algo en lo que han tenido mucho que ver los movimientos sociales, la sociedad y los grupos de mujeres”.

“El tema de la violencia política, por ejemplo, no era visibilizado ni discutido como debía”, dijo Hidalgo y recordó que desde 2018 la Corporación Participación Ciudadana monitorea la violencia política contra las mujeres y el derecho de participación política, lo que ha permitido visibilizar un problema que antes era normalizado.

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Otra conquista que se consiguió estos últimos años, apuntó Hidalgo, es la paridad de género para las candidaturas de elección popular. En ese sentido, destacó que en las reformas al Código de la Democracia, vigente desde 2020, se pudo introducir la obligatoriedad para que las agrupaciones políticas pongan a las mujeres como cabezas de lista en el 50 % de los casos, como mínimo.

Si bien es un avance, Hidalgo reiteró que las organizaciones políticas tienen una deuda con la sociedad y la participación de las mujeres. Se requiere asumir con seriedad la responsabilidad de formar cuadros con tiempo y dedicación.

Memoria viva

A propósito del centenario del voto femenino, desde el Instituto de la Democracia y el Consejo Nacional Electoral (CNE) se han desarrollado foros, talleres y más actividades para conmemorar la fecha, informó Mónica Bolaños, directora del Instituto de la Democracia.

Los eventos se han realizado a escala nacional, con el propósito de concienciar sobre los derechos civiles, la participación de la mujer, la importancia de la paridad de género. Las actividades han contado con la intervención de autoridades y lideresas locales, indicó.

Bolaños recordó que el artículo 116 de la Constitución establece que el sistema electoral se regirá en los principios de proporcionalidad, igualdad del voto, equidad, paridad y alternabilidad entre mujeres y hombres.

Agregó que la Constitución también estipula que el Estado tiene la obligación de promover la representación paritaria de hombres y mujeres en cargos de denominación o designación de la función pública. Y que las reformas al Código de la Democracia, en 2020, reformaron las oportunidades electorales de las mujeres.

La preparación de las mujeres implica una educación cívica y política. Se tiene que proporcionar acceso a la educación sobre el sistema político, sobre procesos electorales y sobre la importancia de la participación ciudadana. Hay que mejorar y desarrollar en las mujeres las capacidades de liderazgo y resolución de conflictos que son cruciales en la política. Y es fundamental crear redes de apoyo entre las líderes políticas”, comentó la directora del Instituto de la Democracia. (I)