El enviado del Kremlin en Afganistán, Zamir Kabulov, aseguró este martes que los talibanes, en plena ofensiva para hacerse con buena parte del territorio afgano, están dispuestos a un “acuerdo” tras 20 años de conflicto.

“Siento y veo, no solo en las palabras, sino en las intenciones que se expresan de distintas maneras, que están dispuestos a un acuerdo político, pero, según su punto de vista, este acuerdo político debe ser presentado con dignidad”, dijo Kabulov durante un discurso transmitido por internet.

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“Después de 20 años, la mayoría de los dirigentes (talibanes) están, sin duda, cansados de la guerra y entienden que se debe buscar una solución política para salir del impás actual”, añadió.

No obstante, reconoció que los combatientes talibanes más jóvenes, y más “radicales”, muestran una menor predisposición ante un cese de los combates.

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“Hay una tercera e incluso una cuarta generación de combatientes ardientes que tienen mucha rabia y que nunca vivieron en un Afganistán libre y sin la ocupación” de fuerzas extranjeras, recordó Kabulov.

Estas declaraciones se producen tras un fin de semana de negociaciones sin ningún avance real entre el gobierno afgano y los insurgentes en Catar. Ambas delegaciones se levantaron de la mesa de negociación reconociendo que solo habían acordado la necesidad de encontrar una “solución justa”.

Los talibanes iniciaron a principios de mayo una ofensiva contra las fuerzas afganas, incentivada por el inicio de la retirada de soldados extranjeros de Afganistán, especialmente los estadounidenses, que deberían abandonar definitivamente este país a finales de agosto.

El ejército afgano mostró una débil oposición ante la ofensiva de los insurgentes y el gobierno solo controla actualmente las principales capitales de provincia y los ejes de comunicación más importantes del país.

“Sin avances reales en el proceso de reconciliación nacional (...), el equilibrio militar cambiará en beneficio de los talibanes. Y su toma del poder a través de la fuerza se convertirá entonces en una posibilidad real”, advirtió el enviado del Kremlin.

A Moscú le preocupa la situación en Afganistán por los efectos de desestabilización que podría comportar en otros países de Asia Central, donde dispone de bases militares.

Tanques rusos se desplazaron el martes de una base en Tayikistán hasta la frontera con Afganistán, donde está previsto que realicen ejercicios militares a principios de agosto. (I)