Una refugiada amparada por el programa británico “Homes for Ukraine” generó la apertura de una investigación por presunta “esclavitud moderna” luego que la mujer presentó una denuncia en la que afirmaba que era “utilizada como esclava y cuidadora de niños a tiempo completo por poco o ningún pago”.
El caso, reportado por el Daily Mail, se investigó por dos meses y la mujer que brindó cobijo a la ucraniana en su casa –Hannah Debenham, de 42 años– se enfrentaba a la posibilidad de ser condenada a cadena perpetua si se comprobaba la acusación.
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¿Cómo ocurrieron los hechos con la refugiada ucraniana?
De acuerdo con la acusada, una especialista en salud mental , ella y su marido le ofrecieron albergue en su casa a la mujer ucraniana de 30 años y a su hija de 10 años, a quien escolarizaron y llevaron a ambas a múltiples revisiones médicas y algunos paseos.
A la tercera semana de convivencia –cuenta la británica– se vieron forzados a pedirle a la visitante que colaborara en asear la vajilla que utilizaba pues ésta la dejaba acumulada en el fregadero, lo cual fue interpretado como un trato hostil por la refugiada.
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Los investigadores de la comisaría de Eastbourne concluyeron que en el caso no había pruebas suficientes para un enjuiciamiento y no habría más medidas al respecto. Por su parte, Debenham recomendó “pensar dos veces antes de acoger” a alguien en su casa. (I)
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