La NASA alista la misión Artemis II, un proyecto que llevará a cuatro astronautas a orbitar la Luna durante casi diez días. Aunque la fecha exacta del lanzamiento aún no se confirma, se trata del primer paso decisivo hacia el regreso de los humanos al satélite natural.

El objetivo central será probar la nave Orión en el espacio y realizar investigaciones científicas que servirán de base para expediciones más ambiciosas. Según la NASA, este trabajo permitirá preparar el terreno para futuros alunizajes en la región del polo sur y, a largo plazo, para viajes a Marte.

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Los astronautas estudiarán desde la órbita la cara oculta de la Luna, observando cráteres de impacto, restos de antiguos flujos de lava y variaciones en colores y texturas de la superficie. Esta información ofrecerá pistas sobre la evolución geológica del satélite y será clave para planificar exploraciones directas.

La tripulación está compuesta por Reid Wiseman, Victor Glover y Christina Koch, de la NASA, junto con Jeremy Hansen, de la Agencia Espacial Canadiense. Ellos podrían convertirse en los primeros en observar a simple vista zonas nunca vistas de la cara oculta, dependiendo de la trayectoria final de la misión.

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Entre los lugares destacados que podrían registrar se encuentra la Cuenca Oriental, un cráter de 600 millas de ancho ubicado en el límite entre el lado cercano y el lejano. También esperan documentar destellos de impactos de rocas espaciales y un misterioso polvo que se eleva en el borde lunar.

Estas observaciones marcarán un precedente para Artemis III, la misión que llevará astronautas a la superficie lunar. Allí recolectarán rocas, instalarán instrumentos científicos y buscarán recursos que resultarán vitales para la exploración humana a largo plazo.

El proyecto es un ensayo general para comprender mejor el entorno lunar y sentar las bases de la próxima era de exploración interplanetaria. (I)