En un mensaje esperado la noche de este miércoles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció un discurso a la nación en el que defendió los principales logros de su Administración, con énfasis en la política migratoria y el desempeño económico del país.
Desde la Casa Blanca, Trump inició su intervención con duras críticas a la inmigración irregular y al sistema político que lo precedió, al que acusó de haber “inundado” ciudades y pueblos con inmigrantes en situación irregular y de permitir la liberación de delincuentes violentos.
Aseguró que su gobierno ha priorizado a los ciudadanos “respetuosos de la ley y trabajadores”, marcando lo que describió como un cambio radical frente a años de descontrol migratorio.
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“En unos pocos meses hemos pasado de lo peor a lo mejor”, afirmó el mandatario, quien sostuvo que en los últimos 11 meses su Administración ha impulsado los mayores “cambios positivos” en la historia de Estados Unidos. Según Trump, el país dejó de ser motivo de burla a nivel internacional y ahora es nuevamente respetado.
Sin presentar pruebas, el presidente aseguró que la frontera sur con México ha sido cerrada y que durante los últimos siete meses no se ha registrado el ingreso de inmigrantes ilegales.
En materia económica, Trump destacó que los salarios están creciendo a un ritmo mayor que la inflación y que los precios de diversos productos y servicios han disminuido. Entre los ejemplos mencionados citó una reducción del 22 % en los precios de los automóviles y el costo de la gasolina, que situó en 2,50 dólares por galón.
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En el ámbito internacional, Trump no anunció ninguna acción militar ni una guerra contra Venezuela, desmintiendo así versiones o expectativas sobre posibles decisiones bélicas durante su intervención.
Durante su discurso, el mandatario también anunció la entrega de un “bono especial” de 1.776 dólares a 1.450.000 miembros de las Fuerzas Armadas. La cifra, explicó, es simbólica y hace referencia al año de la fundación de Estados Unidos. (I)
