Después de ser un temido capo de las drogas y uno de los hombres más millonarios de su país, Joaquín “El Chapo” Guzmán se encuentra tras las rejas pagando prisión a cadena perpetua por sus fechorías como narcotraficante. En medio de lo que es su nueva vida desde hace varios años, el mexicano se queja del mal trato y de la mala comida que recibe en la cárcel ADMAX Florence en Colorado.

En la institución carcelaria donde vivirá hasta sus últimos días, luego de escapar de El Altiplano, el exjefe del cartel de Sinaloa elevó su malestar contra el Buró Federal de Prisiones (BOP) y los guardias que lo vigilan, a través de una extensa carta en la que expuso su descontento, precisó El Tiempo.

“El Chapo” catalogó como “cruel e injusto” el trato recibido y lo expuso con estas palabras: “He sufrido mucho estando en confinamiento solitario. Mi presión arterial se ha elevado, llevando a dolores de cabeza y ansiedad. A veces olvido cosas. (…) Me sirven poca comida y a menudo quedo con hambre”, dijo al quejarse hasta de los alimentos que consume.

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También habló del aislamiento al que lo tienen condenado, sin la posibilidad de hablar con otros reos que pagan condena en el recinto estadounidense.

“Aunque no comparto una celda y estoy encerrado 24 horas al día, funcionarios de la prisión entran varias veces por semana para hacer registros de rutina”, escribió en la carta enviada a las autoridades federales. (I)

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