China se mantiene firme en su apuesta por el caza furtivo J-35, aún cuando expertos internacionales duden de su capacidad real. Diseñado para despegar desde los portaaviones, busca reforzar la presencia naval china en el Indo-Pacífico.

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Beijing asegura que está cerca de la aeronave de quinta generación definitiva, aunque no esté lista. Los problemas con los motores y la tecnología, así como la falta de pruebas en combate real, genera incertidumbre sobre su efectividad real.

Seguir con el J-35 ayuda a la industria china a depender menos de tecnología extranjera. Foto: Pixabay.

¿Por qué China debe continuar con el desarrollo del caza J-35?

El J-35 es clave para que el gigante asiático se convierta en una potencia naval fuerte. Con nuevos portaaviones y tensiones crecientes, el país necesita unidades que despeguen desde ellos y resguarden sus intereses marítimos y territoriales en la región.

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Entra en funcionamiento el caza ‘invisible’ de China

Seguir con el J-35 ayuda a la industria china a depender menos de tecnología extranjera, especialmente en motores y sistemas electrónicos. Los conocimientos adquiridos permitirán mejorar futuros aviones y fortalecer la industria aeroespacial, necesaria para la autonomía tecnológica.

A nivel simbólico, demuestra la intención de la nación oriental por competir con países como Estados Unidos en el ámbito militar. Representa el deseo chino de desafiar el dominio de occidente en aviación furtiva y defensa aérea.

Es decir, continuar con el desarrollo de esta aeronave moderna es una inversión a largo plazo. De llegar a superar sus problemas, China tendrá una unidad de vanguardia y será capaz de mejorar su influencia en la región por los próximos años, indica Wionews.

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