Diputados franceses solicitaron este martes que su país le conceda el “asilo político” al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, para evitar su enjuiciamiento en Estados Unidos, que pide su extradición desde Gran Bretaña.

Una propuesta de resolución ha sido firmada por cuarenta parlamentarios de todos los sectores, para afirmar que “Francia no puede quedarse callada” frente a la suerte del australiano, “víctima de un ensañamiento judicial, pero que en realidad es político” por parte de Washington.

El texto fue firmado por muchos electos de la izquierda, pero también de la mayoría gubernamental y algunos de la derecha más conservadora.

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François Ruffin (de Francia Insumisa, extrema izquierda), uno de los patrocinadores de la iniciativa, instó en rueda de prensa a que “este luchador por la verdad sea liberado”; Jean Lassalle (centroderecha) destacó el carácter “doloroso y dramático pero también excepcional” de su situación.

Entre los firmantes también se encuentra el líder del Partido Comunista y candidato presidencial, Fabien Roussel.

El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, candidato a las elecciones presidenciales de 2022 y partidario de Assange, afirmó que si resultaba electo, “lo haría naturalizarse” francés.

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“Solamente Francia puede salvar a Julian”, lanzó por su parte, su padre, John Shipton, quien viajó expresamente a París para agradecer “la ayuda y el apoyo” de los diputados franceses.

La abogada Stella Morris, con quien Assange tuvo dos hijos durante su enclaustramiento en la embajada de Ecuador en Londres, también viajó para afirmar que la vida del fundador de Wikileaks “está en peligro”.

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La abogada Stella Moris, pareja del fundador de Wikileaks, Julian Assange. Foto: EFE

Para ser debatida en sesión de la Asamblea, la resolución debe estar inscrita en el orden del día por el gobierno o su mayoría, o para una jornada”nicho” reservada a un grupo minoritario, pero todavía ningún procedimiento o fecha definitiva ha sido establecido.

El gobierno de Estados Unidos reclama al australiano de 50 años por cargos de espionaje y una filtración masiva de más de 700.000 documentos clasificados, por los que puede ser condenado hasta 175 años de cárcel.

Fue detenido por la policía británica en abril de 2019, tras haber pasado siete años recluido en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió cuando estaba en libertad bajo fianza. Temía la extradición a Estados Unidos o Suecia, que lo reclamaba por violación, cargos que fueron abandonados desde entonces. (I)