El encuentro entre un dron marítimo estadounidense y un grupo de ataque naval chino ha encendido nuevas alertas en el Indo-Pacífico esta semana.

El incidente, captado por las cámaras del dron, muestra que el vehículo autónomo Lightfish, desarrollado por la empresa Seasats, cruzó caminos con el portaviones Liaoning y el destructor Nanchang mientras se dirigía desde California hacia Japón.

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El Lightfish es un dron marítimo de 12 pies que funciona con energía solar y está equipado con sistemas de transmisión en tiempo real, lo que le permite operar durante meses sin necesidad de tripulación.

Además, tiene una capacidad de vigilancia constante a menor costo que los satélites o embarcaciones tripuladas. En este caso, el dron logró obtener imágenes detalladas del grupo naval chino, demostrando el creciente papel de esta tecnología en misiones de reconocimiento y seguimiento en zonas estratégicas.

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Con un costo aproximado de 250.000 dólares, el Lightfish logró acercarse a escasa distancia de una de las unidades más emblemáticas de la armada china.

Mientras, la respuesta inmediata del Nanchang ante la cercanía del dron evidencia la preocupación de Pekín por la presencia de este tipo de sistemas autónomos cerca de su flota, pues la revelación de estas imágenes representa algo no deseado de sus maniobras navales. (I)