La Perestroika o reestructuración fue el nombre que el líder soviético Mijaíl Gorbachov le dio al programa de reforma política y apertura económica que anunció en enero de 1987, durante una reunión del comité central del Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y que ratificó en diciembre de 1988 ante las Naciones Unidas.

El programa de reformas de Gorbachov _secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la URSS, el más alto cargo en la Unión Soviética, desde 1985 hasta 1991, y jefe de Estado de la URSS de 1988 a 1991_, tenía como objetivo modernizar y democratizar la URSS, confrontada a graves crisis.

Además de la Perestroika, que consistía en relajar el control del gobierno sobre la economía soviética, poco después se lanzó el Glasnost, lo que dio paso a lo que se dio en llamar ‘Comunismo con rostro humano’.

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El líder político creía que la iniciativa privada impulsaría la innovación, de modo que les permitió a individuos y cooperativas ser propietarios de negocios por primera vez desde los años 20, detalla BBC.

Promovió las inversiones extranjeras en las empresas soviéticas. Además, les concedió a los trabajadores el derecho a huelga para exigir mejores salarios y condiciones laborales.

En tanto que la Glasnost se basó en eliminar los resabios de la represión estalinista, como la prohibición de obras de autores como George Orwell y Alexander Solzhenitsyn.

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Se otorgó más libertades a los ciudadanos soviéticos, se liberó a presos políticos, y a los periódicos se les permitió publicar artículos críticos hacia el gobierno.

Por otra parte, se instauraron elecciones legislativas y por primera vez agrupaciones políticas ajenas al Partido Comunista pudieron participar en los comicios.

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La democratización fue bien recibida. No obstante, las reformas para introducir la economía de mercado tardaron en dar frutos: los precios subieron, hubo racionamientos y filas interminables para conseguir productos.

El mandatario se tuvo que enfrentar a protestas que amenazaron con derrocarlo. También libró un intento de golpe de Estado.

La URSS dejó de existir formalmente el 25 de diciembre de 1991. Poco después Gorbachov renunció a su cargo de presidente de la URSS.

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En todo caso, Gorbachov reivindicó en 2021 a la Perestroika como su mayor logro político. “La Perestroika, por supuesto, y todo lo que vino con ella”. “Estoy completamente convencido de que era necesaria y de que nos movimos en la dirección correcta”, dijo en una entrevista a la agencia TASS, al recordar una etapa en la que “el pueblo ganó libertad” y se puso fin a “un sistema totalitario”.

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Sobre decisiones de las que pudo arrepentirse, defendió entonces que “no cambiaría ninguna de ellas”, a pesar de que ahora haya cosas que puedan estar “más claras” de lo que lo estuvieron entonces, en la década de los ochenta. “Sé que me criticaron por ser demasiado confiado, pero si no hubiese confiado en la gente, la Perestroika no habría empezado (...) y sin el Glasnost nada habría cambiado”, argumentó.

También respondió a quienes consideraban que las reformas emprendidas entonces no fueron suficientes y recordó que, en el caso de China, “llevó años que sentasen un rumbo que les fuese bien”. Gorbachov apuntó que Rusia necesitaba “una reforma gradual de los mercados, no una terapia de choque”, y que las prisas de los noventa no fueron buenas. (I)