La pugna entre el presidente estadounidense Donald Trump y el régimen chavista de Nicolás Maduro en Venezuela ha entrado en una nueva fase esta semana.
Estados Unidos, quien mantiene un despliegue militar en el Caribe desde septiembre, acaba de intensificar su presión contra el gobierno ‘narcoterrorista’ de Maduro con la incorporación del USS Gerald Ford, el mayor portaaviones de la potencia norteamericana, dotado con 5.000 militares y con la capacidad de transportar hasta noventa aviones tácticos a bordo, además de sus destructores armados con misiles de largo alcance Tomahawk.
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Durante casi tres meses, las fuerzas estadounidenses han emprendido 20 ataques letales contra embarcaciones sospechosas de transportar droga en el Caribe y el Pacífico, dejando un saldo de al menos 80 víctimas mortales hasta el momento.
Ahora, la ofensiva estadounidense tiene incluso un nombre oficial: “Lanza del Sur”. Bajo este operativo, que Estados Unidos justifica los bombardeos como parte de la lucha contra el narcotráfico. El 13 de noviembre, el secretario de guerra estadounidense, Pete Hegseth, anunció que el operativo estará liderado por un grupo de trabajo conjunto y el Comando Sur, encargado de las operaciones militares estadounidenses en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe.
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Mientras tanto, las autoridades venezolanas han calificado al despliegue de EE. UU. de una “amenaza imperialista”, y han movilizado a efectivos militares en su propio territorio, como parte del ‘Plan Independencia 200’.
Pero, ¿qué significan realmente estas maniobras militares? El experto en política internacional, Carlos Rodríguez López, sugiere que la posición del portaaviones estadounidense en el Caribe representa una “amenaza” para Venezuela, pero que no significa que Estados Unidos necesariamente lo usará para una campaña agresiva en territorio.
El Gerald Ford “es una amenaza en sí, en cualquier parte del mundo”, indicó Rodríguez a EL UNIVERSO, pero él lo describe como un elemento para “tratar de presionar también a otros países como Colombia o como México a que sigan las recomendaciones o que cumplan las demandas de Trump en lo que es la guerra en contra del narcotráfico”.
La campaña militar de Trump y el uso del AUMF
Por el momento, Estados Unidos se ha concentrado en atacar objetivos que considera ‘narcoterroristas’ en el Caribe y el Pacífico. Rodríguez explica que la estrategia de Donald Trump comenzó declarando a Venezuela como un país patrocinador del terrorismo, llegando a ofrecer una recompensa de 50 millones de dólares por la captura de Nicolás Maduro. Asimismo, declaró al Tren de Aragua como una organización terrorista, y al Cartel de los Soles como un grupo patrocinador del terrorismo.
De esta forma, Trump se acoge a la Autorización para el Uso de Fuerza Militar (AUMF), un acta implementada en el 2001 que le permite al presidente estadounidense lanzar operaciones militares “antiterroristas” en otros países sin la supervisión del Congreso: “Cuando atacan a una de estas narcolanchas, la identifican con un grupo que ya ha sido designado como terrorista para poder atenerse al AUMF”, señala Rodríguez.
Sin embargo, la estrategia militar estadounidense ha sido denunciada por varias organizaciones internacionales y líderes políticos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó el 31 de octubre a Estados Unidos de “violar el derecho internacional” con sus “ejecuciones extrajudiciales”, e instó al gobierno de Trump a poner fin a estos ataques.
“Estados Unidos no es firmante de la Corte Penal Internacional, entonces no se atiene a ciertas violaciones”, indica Rodríguez. Aún así, Venezuela ha demostrado ser un punto delicado en las relaciones con sus aliados.
El Reino Unido, que por años ha ayudado a Estados Unidos a localizar embarcaciones sospechosas en el Caribe para su captura, decidió suspender el intercambio de inteligencia con EE. UU al considerar que los ataques letales son “ilegales”.
La misma medida fue adoptada por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha sido declarado como “aliado del narcotráfico” por Trump.
Hasta ahora, Trump ha evitado mencionar detalles adicionales sobre su estrategia en Venezuela, pero tampoco ha descartado una escalada de las agresiones o una incursión terrestre: ”No me inclinaría a decir que lo haría... No voy a decirles lo que voy a hacer con Venezuela, si lo voy a hacer o si no lo voy a hacer", dijo el mandatario a la prensa.
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El despliegue militar venezolano, un mensaje a la oposición
Entre el martes 11 y miércoles 12 de noviembre, Maduro ordenó el despliegue de “medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y misilísticos, sistemas de armas, unidades militares, milicia bolivariana, órganos de seguridad ciudadana y comandos para la defensa integral” en territorio venezolano.
Sin embargo, Rodríguez considera que esta demostración militar no fue para Estados Unidos, sino para la población venezolana.
Nicolás Maduro ordena crear comandos de defensa en caso de ‘lucha armada’ ante despliegue de EE. UU.
“La Fuerza Armada Nacional Bolivariana no tiene ningún tipo de capacidad para defenderse contra una invasión, o contra un conflicto armado”, señala el experto, aunque recalca que el régimen venezolano no ha sido transparente con los datos de su poderío militar. “Es más que todo una demostración de fuerza para la gente dentro de Venezuela, especialmente la oposición”.
María Corina Machado se ha perfilado como la líder de la oposición en Venezuela. Según Rodríguez, la recién nombrada Nobel de la Paz es una “pieza central” para Estados Unidos, pues es la única que podría tomar el mando si cae el régimen de Maduro. El presidente electo, Edmundo González, se encuentra refugiado en España.
Machado ha expresado su respaldo al gobierno de Donald Trump con la maniobra militar en el Caribe. Durante su intervención virtual el America Business Forum, la política venezolana dijo que la estrategia estadounidense era “absolutamente correcta”.
“Ella ha hecho un acercamiento punto entendible con la administración, siguiendo mucho de su narrativa, apoyando los ataques en el Caribe porque al fin y al cabo, la oposición, por más fuerza política que tenga, por más apoyo en la calle que tenga, no tiene las armas, no tiene aviones, no tiene ejército, no tiene nada”, sostiene el experto. “Lo que tiene son una ciudadanía que está secuestrada por una dictadura y la voluntad de Estados Unidos”.
El rol de Machado, por lo tanto, “es simplemente tratar de apoyar, de incentivar aún mayor intervención de Estados Unidos en Venezuela. Y, de ser posible, ella liderar una transición”.
Mientras tanto, el régimen de Maduro advierte sobre las “consecuencias incalculables” que podría generar un conflicto en el Caribe, señalando que no se trata solo de Venezuela, sino de toda la región. (I)