El megaoperativo policial, ejecutado el martes en las favelas de la Penha y del Alemão, dejó un saldo de 132 muertos, entre ellos cuatro policías. Se trató de la intervención más violenta en la historia reciente de Río de Janeiro, según la Defensoría Pública regional.
Las autoridades confirmaron que el objetivo era desarticular al Comando Vermelho.
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Este grupo, considerado una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil, fue blanco de un operativo que pretendía cumplir 100 órdenes de prisión. En total, se detuvo a 81 sospechosos y se incautó un arsenal de 93 fusiles, junto con media tonelada de drogas.
Armas decomisadas en la intervención policial
De acuerdo con la División de Fiscalización de Armas y Explosivos, parte del armamento tenía registros de cuatro países sudamericanos: dos fusiles de la Fuerza Armada Venezolana, dos de las Fuerzas Armadas de Brasil, uno de Argentina y otro modelo G3 procedente del Perú.
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Entre las piezas decomisadas se encontraron plataformas G3 alemanas, fusiles FAL belgas, AK-47 rusos y modelos AR de fabricación estadounidense.
La policía indicó que muchas de las armas carecen de marca y parecen ser copias de alto poder de fuego, fabricadas sin control industrial.
Los investigadores aseguran que el tráfico de armas hacia las favelas no proviene de coleccionistas, sino de redes ilegales que operan en la frontera norte del país, aprovechando la extensión selvática y la limitada presencia del Estado. (I)