Una especie de tomate nativa del archipiélago de Galápagos, llamada Solanum cheesmaniae (tomatillo de Galápagos), está recuperando características químicas ancestrales, según un estudio publicado en la revista científica Nature Communications.
Estos tomates están produciendo un alcaloide propio de las berenjenas y de especies de tomates antiguas, lo cual sugiere que la especie está atravesando un proceso de evolución inversa, de acuerdo con la publicación realizada por investigadores de la Universidad de California, Riverside y el Instituto Weizmann de Israel.
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Los científicos analizaron muestras recogidas en las islas. Los tomates de las más jóvenes, como Isabela, mostraron el alcaloide ancestral, mientras que los recolectados en partes más antiguas del archipiélago presentaron las versiones modernas de estos compuestos.
Esto se debería a las diferentes presiones ecológicas presentes en los ecosistemas de cada isla.
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“La evolución inversa, o la reversión a características ancestrales, desafía la teoría convencional de la evolución como un proceso que avanza estrictamente hacia adelante (...). Este concepto subraya la flexibilidad de los procesos evolutivos y el potencial de las especies de readaptarse a condiciones ambientales ‘del pasado’”, dice parte del estudio.
“Esta especie de tomate silvestre nativa de las islas Galápagos, Solanum cheesmaniae, ejemplifica cómo la evolución inversa podría moldear la diversidad”, sostiene. (I)