‘La iglesia La Merced, un templo patrimonial del centro de Guayaquil, corre el riesgo de colapsar’

Su pararrayos colapsó, los ductos de ventilación cayeron, al igual que el techo y partes de la losa de la terraza se desprenden mostrando incluso las varillas metálicas oxidadas.

Uno de los últimos daños más graves, dice el sacerdote Daniel Vélez, es a consecuencia del último sismo de la madrugada del 25 de abril. Este movimiento telúrico de 5,8 en la escala de Richter dejó en evidencia una grieta que hoy separa a la iglesia La Merced de la edificación contigua, donde funciona la Fiscalía provincial, en el centro de Guayaquil.

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“Las lluvias, los temblores de la actualidad, incluso el terremoto de abril del 2016, hace ya siete años, han provocado fisuras en la basílica y en el área comunitaria. En la parte alta, el techo está muy deteriorado; no solo son paredes o aberturas, ya es un desgaste por el pasar de los años. Lo que más preocupa son las naves de la iglesia”, asegura Vélez, quien tiene año y medio asignado a esta parroquia eclesiástica.

La mayor afectación se observa en las cúpulas, terraza, las torres y cubierta. “Al caer demasiada agua se está desgastando la terraza en la parte interna, se está cayendo por pedazos . Allí había dos áreas para catequesis, las que ya no podemos utilizar. En una parte el techo se cae poco a poco, y en la otra ya se derrumbó en su totalidad”, agrega.

La ficha de la iglesia La Merced, ubicada en la esquina de Víctor Manuel Rendón y Pedro Carbo, en el centro de Guayaquil, en el inventario del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) indica que tiene un estado de conservación sólido, una valoración y grado de protección absoluta, y que fue construida en la época republicana, en el segundo cuarto del siglo XX, entre los años 1934 y 1936.

Pero esa información difiere de la realidad actual. “No tengo conocimiento si en algún momento la Municipalidad de Guayaquil ha ayudado a mantenerla, pero en el tiempo que llevo no. Obviamente estamos en la transición y viene una nueva autoridad”, acota Vélez, en referencia a que Aquiles Álvarez, del movimiento Revolución Ciudadana, asumirá la Alcaldía el 14 de mayo próximo en reemplazo de Cynthia Viteri, con quien terminan 31 años de hegemonía del Partido Social Cristiano (PSC) en la ciudad.

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“Confiamos en la ayuda de Dios, en la gracia divina, pero sabemos bien que esto conlleva que, si no hacemos algo de manera urgente, el techo de la basílica de La Merced puede caerse y sería una desgracia terrible. Dios no quiera que esto suceda con feligreses en su interior”, señala Vélez.

En La Merced se realizan dos misas diarias, a las 07:00 y a las 18:00, de lunes a viernes. También se realizan ritos católicos, como el matrimonio, especialmente los sábados. Cada domingo hay seis misas: a las 07:00, 09:00, 10:00, 11:00, 12:00 y 19:00.

“Si fuera por mí, solo llegaría para trabajar, digámoslo así, que es atender la oficina, a la gente, confesiones y obviamente las eucaristías, y viviría en otro lado. A lo que pasa la Metrovía se van soltando poco a poco las estructuras de la basílica y de la misma comunidad. Nuestras habitaciones están en el tercer piso, por debajo de la losa de la terraza”, relata el sacerdote.

Incluso la ficha del INPC menciona que es “importante porque conserva sus valores estilísticos y su composición formal propios de la arquitectura y estilo neogótico, donde se ve la presencia de arcos ojivales, rosetones, pináculos, etc. La ornamentación externa e interna fue realizada por el reconocido escultor italiano Enrico Pacciani”, el mismo que también dejó su marca con sus esculturas de mármol blanco de Carrara (Italia) en el cementerio general de Guayaquil.

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Vélez hace un llamado: “Sé que hay muchas personas generosas en Guayaquil y le tienen mucho amor a la patrona de la ciudad, que es la Virgen de La Merced. Entonces, apelo a esa sensibilidad de estas de buen corazón, que se acerquen a mí, que soy el párroco de la basílica, para poder recolectar fondos y arreglar, de esa manera seguir dando nuestros servicios”.

El art. 144 del Código Orgánico de Organización Territorial (Cootad) indica que “corresponde a los Gobiernos autónomos descentralizados (GAD) municipales formular, aprobar, ejecutar y evaluar los planes, programas y proyectos destinados a la preservación, mantenimiento y difusión del patrimonio arquitectónico, cultural y natural de su circunscripción”.

Señala que “la preservación abarcará el conjunto de acciones que permitan su conservación, defensa y protección; el mantenimiento garantizará su sostenimiento integral en el tiempo; y la difusión procurará la propagación permanente en la sociedad de los valores que representa”.

Además, podrán declarar de utilidad pública y expropiar los bienes inmuebles con el fin de precautelar los que se encuentren en riesgo por destrucción o abandono en su jurisdicción territorial. Para ello se requerirá el informe técnico del INPC.

La situación es que se asigna esta competencia a los GAD sin el financiamiento respectivo, de allí que en gran parte sea letra muerta.

Vélez teme por su vida con cada sismo o lluvia torrencial que cae sobre la zona, ya que el agua se filtra a borbotones y deben retirarla. “Siempre está el pánico de que al ser un templo antiguo se nos venga todo encima. Al darnos cuenta de cómo se encuentra el ala deteriorada, el miedo es que se vaya abajo y arrastre la otra ala de la iglesia y el convento, que es donde vivimos”. (I)