La idea de tener un vehículo para movilizarse a cualquier lado y también sentirse más seguro al salir de casa motivó a Henry Quiroz a comprarse un auto en este año.

El quiteño de 28 años posee un Mazda 2-2023 y desde abril lo aseguró porque, en la situación delictiva del país, consideró que es necesario. “Tengo poco tiempo con el seguro y cubre pérdidas totales, pérdidas parciales, amparo patrimonial y que debido al nivel de siniestralidad del vehículo el costo es bastante menor a otros de la misma gama”, cuenta Quiroz.

Y agrega: “Lo contraté porque al ser un vehículo nuevo, es un patrimonio al cual hay que proteger y todo el nivel de inseguridad del país, sobre los robos y los choques y es mejor prevenir”, dice el conductor, quien afirma que el seguro lo mantendrá por ciertos años.

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El seguro de auto es uno de los que se compra con mayor regularidad en el mundo, según el estudio de Chubb, una compañía de seguros de propiedad y responsabilidad civil, cuyos resultados se basan en una encuesta realizada por iResearch Services, un proveedor global de datos de consumidores y profesionales.

Las indemnizaciones por el seguro agrícola superaron lo que pagaron los asegurados en los años 2017, 2018, 2019 y 2020

La encuesta en línea se ejecutó durante el segundo trimestre de este año a 2.000 consumidores y 200 ejecutivos financieros a nivel global. El 68 % se inclinó por el seguro de auto, 66 % de salud, 63 % de vida, 37 % de viaje (por ejemplo, seguro de demoras o cancelaciones), 28 % de hogar, 21 % comercial y 15 % por seguro de fraude cibernético como robo de identidad y transferencias fraudulentas. Menos del 10 % está el seguro de pago de sueldo con el 8 %, de mascotas con el 6 %, y de inquilino con el 5 %.

Patricio Salas, secretario ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg), menciona que aún no hay una cultura en la adquisición de un seguro. “Creo que todos estuvimos cerca o vivimos de cerca algún familiar que tuvo que pasar este tema (enfermedad y vida) y eso nos cambia un poco la percepción de riesgo. Ahora la demanda de seguros no ha explotado por diversos factores. Falta un poco de educación sobre cómo manejar esos riesgos, pero también tiene que ver con las capacidades económicas de la población para poder invertir”, señala Salas.

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Mientras que Korina Romero, CEO Goldden Insurance Brokers Solutions, piensa que la inseguridad conlleva a que las personas vean al seguro como un elemento importante y sobre todo en los vehículos. “Evidentemente el miedo es el estímulo principal para que tomen la decisión de resguardar su patrimonio”, asegura Romero.

Según Salas, a comparación con el resto del mundo, en Ecuador, el seguro más vendido es el de vida colectiva entre enero y julio de 2023, el cual registra $ 369,1 millones en primas netas emitidas. Le sigue el de vehículos con $ 226,5 millones en primas netas. Después, está el de incendios y aliadas con $ 172,4 y asistencia médica con $ 77,9, según datos de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros. En total, son $ 1.265,3 millones que los ecuatorianos pagan por seguros en este año.

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Mientras que en el costo de los siniestros cubiertos por los seguros, en el mismo periodo del 2023, el primer lugar lo ocupa el seguro de vehículo con $ 152,5 millones; seguido de vida colectiva con $ 112,7 millones; y el de asistencia médica es de $ 46 millones.

En Ecuador se puede contratar un seguro por robo desde 5 dólares al mes, el valor aplica solo en caso de grupos como urbanizaciones o condominios

Los especialistas mencionan que, cuando un vehículo tiene una antigüedad de quince años, ya no es atractivo el seguro. “Porque se vuelven relativamente caros con respecto al valor del carro. Usualmente los que entran en esa categoría son vehículos de más allá de quince años. Pero, no significa que no están expuestos a riesgo y que no hay seguros (para la antigüedad de esos vehículos). Hay coberturas limitadas, que se enfoca en la posibilidad de una pérdida total del vehículo, más no de un tema de reparación”, explica Salas.

Con la temporalidad concuerda Romero, quien indica se han tomado medidas para contrarrestar las pérdidas. “La máxima antigüedad es de quince años, es decir, carros desde el 2009 en adelante, pero debido a la alta siniestralidad que ha tenido el ramo de vehículos durante el 2022 y 2023, algunas aseguradoras han tomado medidas para contrarrestar las pérdidas que han tenido, que asciende a $ 10 millones de dólares. Por lo que algunas aseguradoras han decidido no asegurar ni renovar carros con más de diez años de antigüedad”, afirma Romero.

Seguros digitales

De acuerdo con la encuesta de Chubb, el 56 % de los consumidores a nivel global creen que necesitan más seguros y menos del 10 % tienen seguro de discapacidad, retraso en viajes o para mascotas. Además, hay el 46 % de los consumidores que considera que lo obvio es comprar seguros de manera digital.

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Así también, el 81 % de los ejecutivos en el mundo aseguran que los seguros digitales integrados en sitios web y aplicaciones están dejando de ser opcionales para convertirse en una oferta imprescindible. ¿Esto ocurre en Ecuador?

Para Romero, este tipo de seguros significan eficiencia en procesos. “Todas las compañías ya están migrando a la mayoría de sus procesos al entorno digital, a través de plataformas, cotizadores, billeteras digitales, lo que conlleva a una mejora en la eficiencia de operaciones internas, si hacen esto bien el cliente tendrá una buena experiencia y clientes felices generan mayor rentabilidad, esto se debe también a que el mercado cambia. Cada vez son más las personas que manejan plataformas digitales y las compañías deben adaptarse”, puntualiza.

Salas afirma que este seguro aún no tiene auge en Ecuador, pero sí está creciendo el de riesgos cibernéticos. “Está vinculado con el internet, las operaciones que se llevan a cabo por internet. Son todas aquellas pérdidas que sufren personas, instituciones e inclusive entidades del Estado por actividades delictivas por terceros sea robo de información, secuestro de información o pérdida de valores. Este seguro está vinculado con el mundo digital. La demanda mayoritaria está por entidades privadas como sistemas financieros, muy poco en las personas, pero recién está en su desarrollo”, sostiene Salas. (I)