Yesenea Méndez tiene una nueva oportunidad de vivir y disfrutar de su familia. Ella es la mujer a la que el sábado pasado el sismo la sorprendió caminando y sobre ella cayó parte de la mampostería de una casa patrimonial. Su recuperación será lenta, pero sus seres queridos agradecen el milagro de que esté con vida.

El fatal día, Yesenea cumplía una rutina habitual: salió desde su casa ubicada en el sector de El Cebollar a sus clases de enfermería y luego regresaba a ver a sus cuatro hijos para compartir el almuerzo.

Hoy está en el hospital Vicente Corral Moscoso, en donde la operaron en dos ocasiones para minimizar el impacto de las heridas en la cabeza, nariz, cejas y la pierna izquierda. Y si bien el cuadro clínico es complejo, su recuperación es alentadora.

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Pamela Guamán, hija de Yesenea, tiene una palabra para definir a su madre: guerrera, principalmente por la fuerza de voluntad que le está poniendo para su recuperación, y aunque la nota cansada y habla poco, tiene esperanzas de que en un tiempo determinado le darán el alta.

Como la mayor de cuatro hermanos, le toca afrontar el asunto con fuerza y aunque reconoce que “es duro”, sabe que debe seguir así porque detrás suyo están su hermana de 12 años y otros dos de 6. A ellos les dijeron que “mamá está enferma”.

Al ver los videos de redes sociales en donde el cuerpo de Yesenea es cubierto por el material de una casa y que el conductor del vehículo que estaba a su lado murió aplastado, Pamela se convenció de que su mamá aún tiene una misión en la vida que es ver crecer a sus hijos.

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Pero esta, agrega, es una nueva oportunidad para esta costurera de 39 años, ya que hace unos años estuvo en estado de coma, del cual salió con éxito.

Pamela es oriunda de Machala, provincia de El Oro, y desde hace quince años reside en Cuenca. Como en otras ocasiones su familia vino a visitarla; dos días antes del sismo, su hermana Yulicsa Ordóñez y su mamá llegaron.

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El viaje estaba previsto para esa misma noche, pero la madre de Yesenea tuvo un problema cardiaco e hipertensión, razón por la que un médico les pidió que aplazaran el viaje, y así lo hicieron.

Gracias a esta coincidencia Yulicsa se quedó para apoyar a su sobrina en el hospital y la abuela se hizo cargo de los pequeños en estas complicadas horas. Tampoco tiene una explicación lógica para esto, pero se repite una y otra vez que “Dios sabe dónde tenerte en el momento indicado”.

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El parte médico de Yesenea es alentador, cuenta la gerenta del hospital, María José Vázquez, quien agrega que la paciente de 39 años, a pesar de haber sido sometida a dos operaciones, está estable para mitigar los múltiples golpes recibidos en el rostro y pierna.

No se atreve a dar una fecha para darle el alta, pero por ahora la paciente está recibiendo analgésicos y antibióticos para prevenir cualquier tipo de infección.

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La familia de Yesenea es de limitados recursos económicos, por lo que piden ayuda a los ciudadanos y autoridades. Quienes quieran comunicarse pueden llamar o escribir a los números 098-193-2775 y 099-310- 3909. (I)