A mediados de diciembre entraría en vigencia la ordenanza metropolitana que cambiará el cobro de la tasa de recolección de basura en Quito.

Esto porque el Gobierno anunció que, a partir de octubre, las empresas eléctricas dejarán de incluir la tasa de recolección de basura (TRB) en las planillas de energía.

La medida, que se reflejará en las facturas de noviembre, responde al cumplimiento de la Ley Orgánica del Servicio Público de Energía Eléctrica (Lospee), la cual prohíbe que este rubro esté vinculado, directa o indirectamente, a las tarifas o el consumo eléctrico, adujo el Ejecutivo.

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Según un comunicado, la decisión tiene como objetivo garantizar mayor transparencia y que se pague únicamente por el consumo real de electricidad, sin cargos adicionales ajenos al servicio.

El Ejecutivo aclaró que los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) deberán definir nuevos mecanismos para recaudar la tasa de basura.

El Municipio capitalino informó que la Comisión de Presupuesto del Concejo Metropolitano analiza un proyecto de ordenanza que plantea trasladar el cobro de la TRB a la planilla de agua potable.

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La normativa, según el cabildo, establece una fórmula que se calcula tomando en cuenta el volumen de consumo de agua potable. En el distrito metropolitano existen 715.893 medidores: el 89 % en el sector residencial, el 10 % en el comercial y otros usos y el 1 % en el industrial.

Juan Pablo Pozo, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (Emaseo EP), sostuvo que existe una correlación del 92,49 % entre el consumo de agua y la generación de residuos.

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Además, mencionó que el sistema de cobro, a través de la planilla de agua, tiene una efectividad del 95 % en recaudación mensual.

A modo de ejemplo, expuso que una familia promedio de cuatro integrantes que antes pagaba $ 6,29 por la tasa en la planilla eléctrica, ahora pagaría $ 6,10 con la nueva fórmula aplicada en la planilla de agua, lo que representa una reducción de $ 0,19.

“El 59 % de los abonados residenciales, en promedio, pagaría menos que antes”, afirmó.

A decir del Municipio, el cambio en la recolección de la tasa garantiza la continuidad y la sostenibilidad del servicio de recolección y manejo de residuos, protege a los sectores socioeconómicos más vulnerables, incentiva el cuidado y el consumo responsable del agua.

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Adicionalmente, mejora la eficiencia operativa de las empresas municipales, mantiene la exoneración del 50 % para personas con discapacidad y adultos mayores, además de subsidios focalizados para sectores vulnerables, zonas suburbanas y hogares en pobreza extrema.

En los próximos días se iniciarán las mesas de trabajo entre concejales, equipos técnicos y empresas municipales para afinar los parámetros de la fórmula y los criterios de aplicación. Con ese insumo, el proyecto pasará al debate en el pleno del Concejo Metropolitano.

Santiago Andrade, gerente general de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos (Emgirs EP), sostuvo que desde 2026 la tasa de recolección pasará de la planilla de energía eléctrica a la del agua potable. (I)