Desde diciembre de 2018 la empresa Recobaq mantiene un contrato con Emaseo. La empresa es la encargada del mantenimiento de 44 camiones recolectores que operan en la ciudad. Sin embargo, aducen que la empresa municipal no ha cumplido con los pagos a tiempo y la deuda supera los 6 millones de dólares.
Por su parte, Emaseo afirmó que la empresa incumplió desde el primer momento el contrato. De acuerdo con información oficial, el último vehículo recolector repotenciado “se entregó con 307 días de retraso”. Además, aducen que los costos de mantenimiento son elevados y “ponen en riesgo el funcionamiento de la empresa y la sostenibilidad del servicio de recolección de basura”.
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En el caso, Daniela Gallegos, abogada de Recobaq, afirmó que existen irregularidades en la revisión de los documentos para hacer los pagos. “A partir del mes de junio, que tratan de terminar unilateralmente el contrato, empezaron a demorar entre 150 y 170 días”, cuando antes de esto demoraban entre 40 y 50 días. Incluso ese plazo incumplía las condiciones del contrato, aseguró Gallegos, pero lo aceptaron porque permitía un flujo constante de dinero a la empresa.
Para Víctor Murillo, subdirector de Comunicación de Emaseo, la situación es diferente, ya que aducen estar al día con los pagos del crédito. “Lo que dicen que no les hemos pagado es porque, en las ocho mil hojas de cada informe que deben revisarse, se han encontrado errores. El hecho de que tú entregues la factura no quiere decir que se deba pagar”.
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En lo que coinciden ambas partes es en el retraso de los pagos, sea por incumplimiento o por fallas en los informes, que existe desde octubre de 2020.
En Emaseo aseguraron que existe el presupuesto, pero se deben subsanar los errores de los informes para realizar el pago. Además, que el contrato fue denunciado por presunto sobreprecio en el valor del mantenimiento de los recolectores.
“No podemos decir que Recobaq hace mal las planillas (informes), porque quienes las hacen son las mismas personas de siempre, y quienes revisan son los mismos funcionarios”, explicó Gallegos. Aseguró que los formatos son los mismos y ahora se presentan trabas en el proceso, intentando “asfixiar económicamente el consorcio”.
Antes de mayo se hacía una revisión completa, pero ahora se revisa por partes, añadió Gallegos, explicando que esto podría ser por los procesos legales que se iniciaron y por el deseo de Emaseo de terminar el contrato. “Es una decisión prácticamente tomada con la que entró esta administración”, puntualizó.
Otro punto en este conflicto es la cantidad de multas en las que ha caído Recobaq, que según Emaseo representan más del 5% y que permitiría la terminación del contrato. Esto motivó que se iniciara una acción de protección en contra de Emaseo, que ganó Recobaq.
Emaseo apelará la sentencia que le prohíbe terminar el contrato con Recobaq
La revisión de los informes por parte de Emaseo responde a un proceso que evitaría problemas posteriores con la Contraloría General del Estado. “Si tú no recibes a satisfacción, no se puede pasar a la dirección financiera para el pago”, explicó Murillo.
Una crisis de recolección de basura es impensable, según lo planteó Emaseo. El mantenimiento y la geolocalización son las únicas obligaciones de Recobaq con los camiones. La empresa, por otro lado, aclaró que la recolección no es su tarea, sin embargo, lo que sí se puede alterar es la disponibilidad de repuestos para los recolectores, la limpieza y la capacitación del personal, que podría afectar el adecuado servicio de recolección de basura. (I)