CUENCA
Después de la declaración de la muerte cruzada promulgada por el Ejecutivo, las actividades se han mantenido en relativo orden en las provincias de Azuay y Cañar.
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La única novedad registrada en horas de la tarde fue la presencia de policías y militares en los exteriores de las casas legislativas ubicadas en Cuenca y Azogues.
Desde las 14:30, un grupo de militares arribaron a la Casa de la Asamblea ubicada en el sector de Gapal.
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Estacionaron la camioneta frente a la puerta principal y custodiaban que nadie ingrese o salga de este recinto utilizado para eventos culturales y para ruedas de prensa de algunos legisladores cuando están de visita.
Su arribo se dio por una alerta generada sobre posibles manifestaciones, pero hasta las 15:45 todo estaba en calma.
Una situación similar ocurrió en el mismo edificio, pero localizado en Azogues, capital de la provincia del Cañar.
Sobre la decisión adoptada por Guillermo Lasso el gobernador de Azuay, Paúl Carrasco, manifestó que la disposición que tienen en las provincias es de mantener el orden y seguir en sus actividades, principalmente en el combate a la inseguridad.
Sobre la posibilidad de que se desarrollen marchas o manifestaciones, Carrasco indicó que no habrá mayores inconvenientes porque estamos en democracia, pero lo que no permitirán bajo ningún concepto es el bloqueo de vías y paralizaciones al orden público.
Mientras que en redes sociales los legisladores azuayos tomaron diferentes criterios. Por su lado, el representante de Izquierda Democrática, Rodrigo Fajardo, emitió un comunicado en el que expresa no estar de acuerdo con la decisión y que estará “apoyando los veredictos legales de la Corte Constitucional que deberá pronunciarse al país”.
Mientras que su colega, pero del movimiento Pachakutik, Sofía Sánchez, en un documento similar aceptó el decreto y agradeció a sus votantes. (I)