Azogues, CAÑAR
La creciente del río Burgay golpeó fuerte a comunidades de la provincia del Cañar. Una gran creciente dejó dos familias damnificadas y vías gravemente afectadas.
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Las autoridades locales declararon la emergencia, pues para atender los daños estiman que se requiere algo más de $1′200.000, dinero del que carecen.
En un tramo de ocho kilómetros las aguas de este río afectaron seis zonas, solo en Azogues. Una de estas fue el sector de San José, en donde la creciente se llevó la casa de Azucena Suquilema, una joven mujer que con lágrimas contó cómo su casa se fue arrasada.
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Su familia está a salvo, pero de lo material lo único que pudo rescatar fue algo valioso para ella, una imagen religiosa del Divino Niño Jesús.
Todo ocurrió la noche del miércoles y se agravó en la madrugada. Como era de esperarse no tuvo descanso y en la mañana de hoy volvió al lugar para recordar lo poco que tenía.
Metros más abajo, en Chacapamba, Herminia Aucancela, estaba devastada porque la casa que construyó hace apenas dos años, tuvo que ser evacuada porque el Burgay se la iba carcomiendo.
Lo mismo paso con la de sus padres que estaba a una cuadra de distancia. “Esperemos que Dios mismo nos dé la fuerza para comenzar de cero, porque lo perdimos todo”, contó afligida.
Su cuñado, Víctor Quinteros, contó que acudió en su ayuda, pero solo para sacar los enseres, porque no había cómo hacer más. Por esta crítica situación las autoridades cantonales y provinciales de Azogues y Cañar, declararon hoy la emergencia.
El alcalde de la capital, Rommel Sarmiento, explicó que esto implica cuatro puntos: canalizar los recursos para la contratación de maquinaria, levantar estudios para dar soluciones definitivas a los puntos críticos, exhortar que todas las instituciones públicas y privadas se sumen al apoyo y cuarto, exigir al Gobierno Nacional apoye con dinero para salir de esta crisis.
Un tema que acotó el prefecto de Cañar, Byron Pacheco, es que para encauzar el río se requiere material pétreo, rocas grandes, que por ahora solo están disponibles en el sector de La Josefina, en Azuay, para eso acordaron realizar en las próximas horas una gran marcha a Cuenca para exigir que les dejen tomar este material, pues hay una traba legal que por ahora les impide.
Otra preocupación pendiente es la conectividad vial entre Azuay y Guayas, pues actualmente los que requieren ir y venir de estos lugares, deben usar la vía Zhud Cochancay, porque la otra alternativa, la Molleturo - El Empalme, está cerrada por trabajos en el kilómetro 49.
Del tema se pidió una entrevista al Subsecretario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, pero se ofreció darla en las próximas horas. En Azuay también hubo zonas afectadas por crecientes de afluentes cercanos. Entre ellos El Decanso por la zona oriental y Tarqui, al sur. (I)