Fue durante una visita a las islas Galápagos que el economista Francisco Zalles se dio cuenta de que el paraíso ecuatoriano ya no era el archipiélago encantado que durante años había sido el destino predilecto para turistas propios y extranjeros.
“Extremos problemas de conservación”, como el desabastecimiento de recursos, un aumento descontrolado de la migración, y constantes naufragios de embarcaciones, llevaron al académico a iniciar una investigación que finalmente se materializó en el estudio ‘Galápagos: una crisis en evolución’.
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El documento de 52 páginas fue desarrollado junto al Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP) y la iniciativa Galápagos para Todos y según Zalles, explora “una crisis que se está cocinando en las islas y que va a reventar en cualquier momento”.
Más allá de los constantes titulares referentes a la contaminación y a la restricción de turistas, Zalles cree que el trasfondo radica en un tema constitucional, pues, según su investigación las propias políticas conservacionistas, ‘que se instalaron con muy buenas intenciones’, han tenido el efecto contrario en el archipiélago.
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Las islas se rigen bajo la Ley Orgánica del Régimen Especial de la Provincia de Galápagos (LOREG), actualizada en 2015. Esto quiere decir que no se aplica el conjunto general de leyes que rige para el resto de nuestro país, sino que tiene normas particulares diseñadas específicamente para las islas.
“Galápagos ha importado todas las instituciones malas del continente, en vez de crear propias y nuevas instituciones que se acoplen a las realidades de un archipiélago a mil kilómetros de distancia”, expresa Zalles.
Como ejemplo los investigadores han analizado la figura de la soberanía alimentaria, establecida en la Constitución del 2008, en cuanto a los cultivos de café en las islas.
‘Prohibieron la importación de café. Esto beneficia solamente a los cafetaleros que son muy pocos. Esta gramínea es muy sedienta, y estamos hablando de islas que no tienen agua’, explica Zalles, ‘fomentar esta independencia para crear empleo local que no dependa del turismo es crear un problema. Debemos procurar comerciar turismo en vez de productos que no son eficientes’.
Otro de los problemas de los que advierte el estudio es la ‘extinción del turista debido al aumento desenfrenado de la migración’. Según Zalles, las prohibiciones de migración instauradas en 1998 con el objetivo de impulsar la conservación, han ‘creado un privilegio’, que llevaría a que en 25 años ‘solo se puedan recibir la mitad de los turistas’.
“Cuando uno dice que nadie más va a poder entrar, todo el mundo quiere ir. ¿Por qué? Porque existe una buena economía. Actualmente las islas reciben 330.000 visitantes al año, y ya hay 30.000 residentes permanentes. Eso indica que hay 11 turistas por cada residente permanente”, indica. “Si queremos mantener el consumo de recursos estáticos al mismo nivel que hoy, entonces, por cada nuevo residente permanente tendríamos que sacar 11 turistas”.
Como solución, Zalles propone levantar parcialmente las restricciones migratorias, de manera que se “califique la migración”. “Deberíamos abrir toda la economía, pero para que eso no cree una explosión demográfica mayor a la que tenemos, tendríamos que eliminar los subsidios y los incentivos que hacen que la gente vaya”, sostiene.
Así mismo, desde el IEEP proponen la apertura y fomento de la inversión extranjera en las islas para solucionar problemas como los constantes naufragios de embarcaciones y complicaciones de transportación de recursos.
‘No existe un muelle. Entonces entran en barcos que se cargan en la Caraguay, van en contenedores hasta las Galápagos, pero no hay donde descargar los containers. Entonces los barcos se demoran 14 o 15 días en descargar’, explica Zalles, ‘Y como se está esperando constantemente que los fletes sean rentables, los barcos salen tarde’.
Según Zalles, se podría crear un muelle en la isla Santa Cruz donde se descarguen los barcos y luego en embarcaciones más pequeñas llevar recursos a San Cristóbal.
“Desde el punto de vista ambientalista, siempre va a haber algún tipo de afectación, pero debemos estar conscientes de que el 3 % de las Galápagos ya están pobladas. En consecuencia, en ese 3 % no hay necesariamente más afectación de la que ya existe”, opina.
EL UNIVERSO consultó al Parque Nacional de Galápagos sobre su postura respecto a los resultados del estudio, pero la institución indica que el tema le corresponde al Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos. Así mismo se consultó, a través de llamadas, correos electrónicos y mensajes de WhatsApp, desde hace dos semanas, a este organismo, sin embargo, hasta la publicación de este artículo, el Consejo no ha emitido una respuesta.
Actualmente el IEEP se encuentra realizando charlas en el archipiélago para compartir sus ideas con la población local, tanto en comercios como en planteles educativos. (I)